Junio no es un mes cualquiera. Según Mhoni Vidente, el número 6 que lo representa en el calendario es simbólicamente el “número del diablo”, lo que convierte a este periodo en una etapa cargada de energías oscuras, choques emocionales, accidentes y desequilibrios espirituales.
Por eso, sus recomendaciones son claras: guardar silencio, evitar confrontaciones, y no hacer movimientos arriesgados.
“Este mes es para sobrevivir, no para destacar. Hay que nadar de muertito. El número 6 es casi perfecto, pero no lo es. El número perfecto es el 7, el número de Dios. Por eso, todo se va a componer hasta julio”, advirtió Mhoni en un video publicado en Youtube.
¿Qué significa vivir en el “mes del diablo”?
La vidente explicó que durante junio se sienten más las tensiones emocionales, las envidias y los accidentes imprevistos.
También es común que haya problemas en el trabajo, rupturas sentimentales y conflictos familiares, especialmente si las personas actúan desde el enojo o la desesperación.
Por eso, Mhoni insistió en tres mandamientos clave para atravesar junio sin daños:
- Callar: “No hables de más, no cuentes tus planes ni tus emociones. La gente está cargada y puede volcar sus energías negativas sobre ti”.
- No invertir: “Este no es el momento para comprar terrenos, hacer negocios ni empezar algo grande. Espera a julio”.
- Evitar pleitos: “No te metas en problemas ajenos. Aunque te duela, aunque te provoquen, mantente al margen”.
¿Y qué hacer si la energía ya te afecta?
Mhoni también compartió rituales y prácticas de protección para contrarrestar las malas vibras de este mes. Entre ellos:
- Usar agua bendita por las mañanas, colocándola detrás de las orejas
- Portar un listón rojo o una medalla de San Benito
- Usar perfume de sándalo o loción de siete machos para sellar el aura
Además, recomendó prender una vela blanca los viernes, acompañada de una oración de agradecimiento, sin pedir nada, solo para abrir caminos y mantener la paz.
Julio, el mes de la luz
La buena noticia, según Mhoni, es que este tiempo de oscuridad tiene fecha de caducidad:
“Todo se empieza a arreglar en julio, que es el mes 7, el mes de Dios. Ahí sí puedes hablar, actuar, mover tus proyectos y crecer. Pero ahora, en junio, solo resiste. No te muevas si no es necesario”.