Con el inicio de la temporada astrológica de Leo —del 21 de julio al 20 de agosto—, Mhoni Vidente lanzó una fuerte advertencia: el planeta está entrando en una etapa crítica de fenómenos naturales extremos, encabezados por la intensidad del Sol.
“El Sol se está acercando cada vez más a la Tierra”, aseguró la astróloga, quien además predijo tormentas solares, temperaturas históricas y una actividad sísmica y volcánica fuera de lo común en las próximas semanas.
Calor extremo en México: hasta 50 grados
En sus predicciones más recientes, Mhoni alertó sobre una nueva ola de calor abrasador en México, especialmente en el norte del país. Habló de temperaturas de entre 45 y 50 grados centígrados, agravadas por la canícula, el fenómeno climático que provoca semanas sin lluvia y calor sofocante.
“Ahí les viene… calores de 45 y 50 grados en el norte del país. Temporadas secas o sequías muy fuertes en varias regiones”, dijo.
Esta advertencia llega mientras diversas regiones del país ya enfrentan una crisis por altas temperaturas, incendios forestales y baja disponibilidad de agua.
Erupciones, tsunamis y temblores
Mhoni Vidente también señaló que la energía de esta temporada solar traerá consigo la erupción de volcanes dormidos, incluyendo algunos ubicados en Michoacán, Indonesia y China, que no habían registrado actividad en más de 600 mil años.
Además, advirtió sobre un posible movimiento de placas tectónicas en el Océano Pacífico y el Índico, lo que provocaría sismos intensos y tsunamis en regiones de Asia y América.
“Vienen cambios importantes en esta era del signo de Leo… explosión o erupción de uno de los volcanes más fuertes de la historia”, advirtió la vidente.
“El mes del Sol”, dice Mhoni Vidente
Mhoni explicó que agosto será el “mes del infinito” y del Sol, un periodo que potenciará no solo la intensidad climática, sino también el despertar energético del planeta. Según su visión, tormentas solares influirán directamente en el comportamiento humano, el clima y hasta la tecnología.
Estas predicciones llegan en medio de una creciente preocupación científica por el máximo solar, una fase del ciclo de 11 años del Sol que, según la NASA, podría provocar tormentas geomagnéticas capaces de afectar comunicaciones, GPS y redes eléctricas.