Cazzu también sabe cómo portarse mal. La cantante argentina llegó a Guadalajara para ofrecer su tercer concierto como parte de su gira Latinaje en el Auditorio Telmex, un espectáculo donde combinó el arte, la teatralidad y su conexión más personal con México.
Cazzu arribó al inmueble acompañada de su mamá y la pequeña Inti, su hija, quien se convirtió en el alma emocional de la noche.
Previo al show, el ambiente ya mostraba la complicidad del público con la cantante, al portar una diadema con cuernos rojos iluminados, que los asistentes usaron durante toda la noche, creando un efecto hipnótico en la oscuridad.

Además, sobre cada lugar descansaba una pequeña rana con una dedicatoria especial para Inti, un detalle que emocionó a los fans y, más tarde, también a Cazzu.

Inicio teatral
El show arrancó poco después de las 21:00 horas, cuando los acordes de un tango llenaron el recinto y Cazzu apareció en el escenario.
El concierto se dividió en cuatro actos, y el primero destacó por un espectáculo muy teatral, en el que la artista no tuvo contacto directo con el público. Prefirió contar historias a través de canciones como “Mala suerte”, “Balada malvada”, “Miedo” y “Que disparan”, entre otras, creando una atmósfera de misterio y dramatismo.


Entre gritos y cariño mexicano
Fue hasta el segundo acto cuando Cazzu tomó el micrófono para platicar con sus fans, que no dejaban de gritar: “¡Cazzu, Cazzu! ¡Cazzu hermana, ya eres mexicana!”—.
La cantante se mostró sorprendida por el cariño del público y por los detalles de las diademas y el apoyo hacia Inti. Al interpretar el tema dedicado a su hija, tomó la rana que tenía escrita la frase: “Eleva tu ranita cuando comience Inti”.
El momento fue uno de los más emotivos del concierto, pues Cazzu dedicó el tema a su mamá y habló sobre la importancia de su familia en esta nueva etapa de su vida.


Tributo a México y un cierre con su esencia trapera
En una muestra de cariño hacia el país que tanto la ha apoyado, la artista dedicó un momento especial a México interpretando un cover de Jenni Rivera, sorprendiendo al público con su voz y sentimiento.
“Muchas gracias por estar. Todas estas canciones las escribí todas son parte de mí, que cuando salen a la luz dejan de ser mías para ser de ustedes”.
“Ya sé que a veces esta es mi primera gira tan grade, pero estoy preocupada por las cosas de la vida personal, y me encanta saber que son ustedes un montón de almas cn historias, que ahorran, que viene desde lejos y que hacen muchos esfuerzos para estar aquí. Espero agradecerles tanto amor. La música ha sido siempre lo que enciende mi corazón”, añadió.
Durante toda la noche, sus bailarines —todos hombres— protagonizaron las historias visuales que acompañaban sus canciones, mientras que su banda, integrada por 13 músicos hombres, le daba fuerza al espectáculo.
No obstante, Cazzu reveló con orgullo que cuenta con dos mujeres dentro de su equipo, encargadas de la parte de audio y dirección, destacando su compromiso con el talento femenino.

El cierre del concierto fue una explosión de energía. La “Nena Trampa” retomó su faceta más callejera y poderosa con temas como “Peliculeo”, “Tú y tú” y “Menú degustación”, con los que encendió al público y dejó claro que su “Libertinaje” es más que una gira: es una declaración de libertad y autenticidad.
Esta vez no hubo dedicatorias directas, ni mensajes sobre su relación o peleas legales con su ex pareja, solo apareció una artista que a través de sus canciones dijo todo en el escenario.
