Federica Quijano, integrante del grupo Kabah, abrió su corazón en un reciente episodio del podcast Pipiris Nights, conducido por su hermano, Apio Quijano. En una conversación íntima y sin filtros, habló sobre su vida en la política, su identidad sexual y los retos que ha enfrentado como madre adoptiva.
La cantante habló por primera vez de su bisexualidad, y cómo esta parte de su identidad la llenó de miedo en ciertos momentos de su vida, especialmente al convertirse en madre de dos hijos adoptados. “Soy bisexual y sí ha sido difícil porque, como mujer, y más como adopté a mis hijos, esperan que seas la mamá perfecta para el niño perfecto, para hacer la familia”, confesó.
Discriminación y prejuicios institucionales
Federica relató experiencias dolorosas con instituciones educativas, donde su orientación sexual fue motivo de rechazo. “Había escuelas donde iba y (me decían) ‘no, pues tiene que tener a fuerza un papá para entrar’. Llegan tantas cosas y a mí me daban miedo tantas cosas, de ser atacada, juzgada, de que me quiten a mis hijos”.
Ese temor, explicó, la acompañó durante muchos años. Aunque sus hijos ahora son mayores de edad, las heridas de esa incertidumbre siguen presentes. “Ahorita, gracias a Dios, mis hijos son mayores de edad, pero sí viví con ese miedo de ‘me van a quitar a mis hijos, me puede quitar a mis hijos’ o qué van a decir en la escuela”, compartió.
“He amado más allá del género”
Sobre su vida amorosa, Federica subrayó que siempre se ha guiado por los sentimientos, más allá del género de la persona. “Me he enamorado del ser humano, la persona, el corazón de la persona. He tenido hombres maravillosos y he tenido mujeres maravillosas”.
Lamentó no haber hablado antes de esta parte de su vida y que por miedo no le dio el lugar que una mujer que amó merecía en su vida, pues aseguró que siempre les ha enseñado a sus hijos a ser quienes son, a ser libres, y no haber predicado con el ejemplo:
“Llevo 54 años quizás guardando todo esto que también tengo que enseñarle a mis hijos, que yo siempre les he enseñado a que sean ellos, a que sean libres, a que sean libres a sentir, a vivir, a amar y yo no lo soy. ¿Cómo puedo predicar con el ejemplo a mis hijos si yo no lo doy, si yo no puedo decir nada? (...) No puedo porque me siento juzgada, me siento atacada".
Finalmente, sobre su reciente hospitalización, reveló que quien estuvo cuidándola fue precisamente esa mujer a la que no le dio su lugar, a quien llamó Flor, pero “me da mucho gusto que hoy sea feliz, y pues estoy soltera y no sé no sé qué vaya a pasar después de todo esto”, dijo al terminar de hablar sobre su bisexualidad.