José Madero vive uno de los momentos más sólidos de su carrera. Mientras continúa recorriendo el mundo con su gira Sarajevo / Érase una bestia, el músico regiomontano promociona su nuevo sencillo Vidrio por doquier y prepara lo que promete ser uno de los conciertos más importantes de su trayectoria: su debut en el Estadio GNP Seguros en enero de 2026.
Durante los ensayos, Madero revisa cada detalle: sube y baja del escenario durante las pruebas de sonido y, en su camerino, su inseparable guitarra lo acompaña mientras afina y conversa con amigos. En entrevista con Publimetro, el artista habló a corazón abierto sobre su relación con el escenario, las giras, el nuevo disco y su visión sobre la oscuridad en el arte.

Llevas una gira extensa viajando por todo el mundo. Entonces, ¿qué te ha sorprendido de este recorrido de conciertos en vivo hasta el día de hoy?
— Pues con esta gira, que ya ha sido muy extensa desde el año pasado, hemos logrado por fin cruzar el Océano Atlántico. Durante el verano tuve varias visitas para allá, para promoción. Estuve en un festival como invitado de una banda española llamada Love of Lesbian, que ahí empecé como el caminito europeo. Toda mi carrera había sido como un sueño, y ya tuve esta gira con La Gusana Ciega; fuimos a tres países, fueron ocho fechas, creo. Y muy bien. No eran shows como aquí con la Arena Guadalajara; se les llaman salas allá, son como antros de rock, lugares de 500 personas máximo. La verdad muy bien, muy contentos. Yo no conocía Alemania, y de España solo Madrid. Me sirvió para conocer otras ciudades, personas, lugares, comida. Tocamos en lugares que nunca imaginé. En Múnich dije: ‘¿por qué estoy tocando en París?’ (ríe). Dejamos sembrada la semilla para regresar en el futuro próximo”.

¿Cómo ha cambiado tu relación con el escenario después de estos años de carrera?
— Uy, fíjate, sí ha cambiado, aunque no me he dado cuenta. Para mí el escenario es un lugar donde puedo estar pasándola mal en mi vida, teniendo problemas por aquí o por allá, pero al momento que me subo, no que me transforme en un personaje, pero como que se aclara el mecanismo. De repente se desaparece todo y nada más es importante el público, la música, mi banda. Quizá me he vuelto más teatral, como si fuera una obra en la que interpreto un personaje que no soy, pero en realidad sí soy, porque mis canciones hablan de mí. He estado dejando de tocar guitarra en muchas canciones para dar un show más histriónico. No manejo al público, ni les hablo hasta el final. Me clavo en que el performance salga bien. El público creo que prefiere eso de mí en lugar de que esté pidiéndoles que levanten las manos.
Muchos dicen que las giras son agotadoras, pero también adictivas. ¿Cómo es tu caso?
— ¿Agotadoras? Sí. ¿Adictivas? No. Pero estoy en un momento en mi vida donde no tengo un ancla, no hay nada esperándome en casa. Regreso, descanso y ya me quiero ir otra vez. Luego estoy de gira y ya me cansé. La gira en Europa fue muy agotadora. Los vuelos largos, el no dormir, el dar un show superintenso... sí golpea. Pero llegas a casa, te quitas ese cansancio y dices: ‘ya me quiero volver a ir’. Quizá cuando tenga familia será diferente, pero ahora no. Por eso las giras que llevo son tan intensas y largas. Ya me han dicho que debería bajarle el ritmo porque me voy a acabar, sobre todo la voz. Quizá en el futuro haga caso, pero bueno… esperemos que no, toco madera.
Viene un momento muy especial para ti iniciando el próximo año. ¿Ya te imaginas ese concierto en el Estadio GNP Seguros?
— No he tenido ni tiempo de imaginarlo, porque seguimos en gira. Entro a grabar el álbum en unos días, sé que llegará diciembre y vendrán los ensayos. Hay muchas canciones que no hemos tocado y vamos a tocar. Mi mente aún no está ahí, está esperando. Toda la planeación, el setlist, los visuales nuevos, lo que va a pasar y lo que no, porque tuve que decidir qué no quiero hacer. Pero creo que en diciembre, cuando ya estemos montando todo, llegará ese momento.
¿Te ilusiona o te asusta?
— No, me ilusiona. Después de 25 años de carrera, y lo digo con orgullo, no hay nada que tenga que ver con mi carrera que me asuste. Me asusta más cantar como invitado en el show de otro artista, porque estoy fuera de mi entorno. Me pasó con Bronco hace poco; aunque era una canción que me sé de memoria, te intimida el tamaño del artista y el público nuevo. Pero en mi proyecto, nada me da miedo, nada me pone nervioso.
¿Qué representará el Estadio GNP en tu carrera?
Para México es como jugar en el Real Madrid. Ese era mi miedo al principio, yo no quería hacerlo antes de que me convencieran. Pensaba: ‘¿y luego qué sigue?’. Todo lo que sube llega al pico y empieza a bajar, y le tengo miedo a eso. Esperemos que con el nuevo disco o la próxima gira tenga la oportunidad de regresar al GNP, ojalá muchas veces más.


Has dicho que no te gusta romantizar el sufrimiento, pero tus canciones nacen del conflicto interno. ¿Cómo logras transformar lo oscuro en arte?
— No me gusta romantizar la depresión o las enfermedades mentales. Tengo canciones que tocan temas delicados, como el suicidio, y no es por romantizarlo, es para echarle luz. La tristeza sí romantízala, el sufrimiento también, porque le sacas algo bueno. Lo uso a mi favor en mis momentos oscuros. A veces no quiero documentar cómo me siento, porque en cinco años voy a estar cantando eso, pero lo hago como catarsis. Sé que en mis momentos más oscuros es cuando mejores canciones hago y más conectan con el público. Es como hacer trampa, aprovecharte de tu tristeza porque sabes que saldrán buenas canciones. Pero es mío, así que no pasa nada. También tomo historias de amigos o cosas que escucho y digo: ‘esto lo voy a hacer canción y no se lo voy a decir a nadie’. Lo importante es no romantizar la enfermedad, sino arrojar luz para que la gente no se sienta sola.

Confesión y autorevelación
Al preguntarle si pudiera conversar con el José Madero de los primeros años de carrera, qué consejo le daría hoy, él respondió directo como buen regio: “Que no fuera tan estúpido y tan arrogante como lo fue en sus primeros años. Que no se comporte como si no lo merecieran, al revés. Nada musical, nada artístico, solo que sea mejor persona desde el principio. Le conviene, lo va a ayudar en el futuro y se va a sentir más pleno. Eso”.
Claves
25 años de carrera.
24 de enero de 2026 su primer show en el Estadio GNP Seguros (CDMX)

