En el mundo, 7 de cada 10 personas han creído que sus triunfos y logros son producto de “un golpe de suerte” y no por su esfuerzo, creatividad o capacidad, explica Laura Barrientos Nicolás, de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por medio de un comunicado de la máxima casa de estudios.
A pesar de que las personas cuenten con diplomas, títulos, trofeos, reconocimiento laboral, académico o público, estos pacientes no creen tener mérito alguno y viven a la expectativa de que alguien descubra que cometieron “fraude”. A este síndrome se le conoce como el Síndrome del impostor y fue descubierto en 1978 por las psicólogas Pauline Clance y Suzanne Imes.
¿Tienes o conoces a alguien con sindrome del impostor?
Los individuos que tienen este síndrome están sometidos constantemente a estrés, son inseguros y pueden padecer ansiedad, depresión y tristeza, trastornos emocionales que afectan su desempeño laboral, académico o profesional. La integrante del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la FM indicó que en pacientes que son perfeccionistas, la ansiedad puede paralizarlos e impedir que encuentren la solución adecuada a determinados problemas, o causarles nerviosismo o alteraciones en la asertividad, explica el comunicado.
Otra de las características que desarrollan los pacientes tiene que ver con la insatisfacción permanente lo cual los lleva a la pérdida de motivación, además de padecer un “pesimismo defensivo” que los hace mentalizarse o programarse para no lograr lo que se proponen.
La Dra. Pauline Rose Clarence, realizó una investigación en 1985 sobre el tema y publicó la primera escala para medir el síndrome del impostor, a la que nombró escala del fenómeno del impostor de Clarence (CIP), y se mide en seis dimensiones:
1. El ciclo del impostor
2. La necesidad de ser el mejor
3. Tener características de superhombre o supermujer (ser especial)
4. Miedo al fracaso
5. Negar capacidades o resaltarlas, darle gran importancia a los elogios o las críticas
6. Sentir culpa o miedo al éxito
¿Qué lo causa?
Este síndrome no tiene una causa específica. Su origen es multifactorial: biológico, psicológico y social y se ha descubierto que las comparaciones dentro de la infancia con el tiempo pueden propiciarlo. El tipo de personalidad y la propia percepción de qué es el éxito, el fracaso, la competencia, también lo puede causar.
De acuerdo con la académica el síndrome se presenta más en personas que padecen problemas afectivos tipo depresivo, con trastornos de ansiedad generalizada y por déficit de atención e hiperactividad.
Tipos del síndrome del impostor
El perfeccionista
Este ees el más frecuente. Se enfocan en la manera en la que hacen cualquier cosa y al primer fallo mínimo, es sinónimo de un terrible fracaso. Se autodesmerecen asegurandose de que su éxito no es por su capacidad natural, sino por su esfuerzo y entrega máximo. Al cometer errores y sentirlo como el peor fracaso de su vida, aparecen la culpa y la frustración por no haberse esforzado lo suficiente.
El experto
Buscan saberlo todo de todo, la perfección la basan en el expertiz de tener una visión completa y profunda de todo lo que se pueda, dominar cualquier tema. Nunca aceptarán que ignoran cosas y saben otras. En lugar de aceptar que tienen un bagaje y experiencia suficientes, nunca habrá un límite aceptable para ellos. La competencia se basa en adquirir el mayor expertiz en lo que puedan y presumirlo con los demás.
El independiente
Quieren realizar las tareas solos, sin ayuda de nadie, de principio a fin. Cree que tiene que comprender y conseguir todo de manera independiente, ya que recibir ayuda representa para estas personas una señal de debilidad y es motivo de vergüenza. Teme a ser desenmascarado por alguien con quien comparta tareas.
El superdotado
La competencia es la palabra que mejor define este tipo de síndrome del impostor, ya que luchar por dominar un tema o una habilidad es algo fundamental para ellos. No ser capaz de triunfar a la primera, representa un gran fracaso para estas personas. No son amigos de los cambios, ya que representan inestabilidad y provocan un declive moral instantáneo. Quiere lograr las cosas, pero que sea fácil lograrlo.
El superhombre o la supermujer
Esta tipología, mide su capacidad como ser humano asegurandose de ser sobresaliente en todos los papeles que cumple en el día a dia. Necesitan brullar constantemente en todos los papeles que tenga que ejercer en su vida para sentirse competentes. Sin duda viven en constante frustración por llegar a la perfección en todo.
EL entregado
Es ese tipo de persona tiene constantemente una actitud de sacrificio y victimización. Pasa a segundo plano ante los demás porque el miedo de decepcionar a alguien es enorme. Anulándose se esconde totalmente y anestecia la sensación de ser impostoram mietras recibe aceptación constante de las personas sobre las que vuelca sus cuidados.
El falso confiado
Muestran una confianza extrema, lo que es un esfuerzo de demostrarle a los demás que pueden hacer todo tres veces mejor que los otros. Presumen sus logros individuales, en pareja, laborales... Es una máscara en la que se oculta una gran necesidad de aprobación ajena constante, con la que verifican que “encajan” y refuerza de manera artifical su seguridad, ya que en el fondo tienen la idea de no merecer la aprobación recibida.
Ocho consejos para lidiar con el síndrome del impostor
1. Centra tu atención en los hechos
2. Reconoce, valida y da vuelta la página
3. Comparte cómo te sientes con tus seres amados o contigo mismo
4. Busca evidencia de tus avances
5. Replantea tus pensamientos negativos
6. Busca un mentor o guía
7. Aprende de los que te rodean, espejea tu vida con la de los demás
8. Celebra tus logros