Cada 10 de septiembre, las calles del Barrio Arriba en León se llenan de pequeños panes para celebrar a San Nicolás de Tolentino y su tradicional Fiesta de los Panecitos. Esta colorida y fervorosa celebración, arraigada en la historia y la fe de los leoneses, congrega a miles de fieles que año con año renuevan esta antigua tradición desde hace más de 100 años.
La historia cuenta que San Nicolás, durante una enfermedad, recibió en sueños la indicación de consumir pan remojado en agua para sanar. Desde entonces, se ha convertido en costumbre bendecir panecillos en honor al santo, como una muestra de agradecimiento y una petición de salud y bienestar.
Desde las 7 de la mañana comienzan las celebraciones con la primera misa, y la instalación de más de 100 puestos de panaderías distintas, en las calles Aquiles Sedán, Moctezuma y Callejón de las Mercedes, además de las mañanitas a San Nicolás de Tolentino en el templo y al medio día se hace otra para bendecir los panes que la gente lleva y se cierra con una misa a las 8:00 de la noche.
Las calles se llenan de puestos donde se venden los característicos panecitos, así como otros dulces y comida típica. Los vecinos organizan altares y adornan sus casas con motivos religiosos, creando un ambiente festivo y lleno de color.
La Fiesta de los Panecitos es mucho más que una celebración religiosa. Es una oportunidad para fortalecer los lazos comunitarios, compartir tradiciones y preservar la identidad del Barrio Arriba. Año tras año, esta fiesta demuestra la profunda fe de los leoneses y su arraigo a las costumbres ancestrales.