A seis meses de la entrada en vigor de la reforma laboral en Jalisco, con la que se pretende impulsar la mediación entre patrones y empleados antes que los conflictos lleguen a tribunales, el Centro de Conciliación Laboral en Jalisco afirma que hay resultados importantes en la materia.
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El director de este Centro, Enrique Flores, reconoce hay muchos temas pendientes por resolver y que la demanda de servicios es elevada, pero también acepta que se desarrollan herramientas para sacar adelante la carga de trabajo.
El funcionario compartió algunas cifras y acciones sobre la operación de este Centro en Jalisco.
A seis meses del inicio de operaciones de los Centros de Conciliación Laboral ¿cuáles son los resultados obtenidos?
—Tenemos seis meses y 25 días con los servicios de conciliación laboral. En estos seis meses, sumando el interior del Estado, tenemos aproximadamente 23 mil 481 solicitudes de conciliación y de esas más de 13 mil 740 convenios de conciliación. En menos de 45 días se resuelve un conflicto.
Me podrás preguntar, ¿sabes cuánto valen estos 13 mil conflictos en el tema económico? De todos los trabajadores que acudieron al Centro de Conciliación, son más de 633 millones de pesos, sin necesidad de intermediarios, sino que ese dinero llegó a las bolsas de los trabajadores y le dimos certeza a las fuentes de trabajo: no se convirtieron en juicios de ocho o 10 años; dejaron de ser procesos kafkianos y oscuros.
Otro tema importante es que tenemos un porcentaje de efectividad de 86% en las conciliaciones. De las 23 mil solicitudes, emitimos sólo dos mil 559 constancias de no conciliación, lo que significa que las partes pueden generar otro convenio o judicializar el caso; en el segundo escenario, el Poder Judicial responderá a estos procesos.
Las constancias de no conciliación también implican que yo cito una fuente de trabajo y esta no va a la audiencia. Ante la omisión de atender un citatorio del Centro de Conciliación Laboral generamos una constancia de no conciliación.
Traemos números muy buenos, temas que presumir: los trabajadores y los empleadores estamos mostrando la cultura de la paz.
¿Qué acciones se implementan para mejorar la atención?
— La Junta de Gobierno nos autorizó tres herramientas tecnológicas que no existen en el resto de la República.
Se decía que en el Centro de Conciliación Laboral era mucho tiempo de espera. Reconocemos esa área de oportunidad. Un trabajador acude al Centro de Conciliación Laboral, hacía su solicitud en línea y pues atendemos solamente a mil personas al día.
Por eso generamos una plataforma de citas donde el trabajador, una vez que hace la solicitud de conciliación, acude a la plataforma de citas, llena su solicitud y podrá escoger dentro de los tres días siguientes a qué hora quiere ser atendido, para que vaya y ratifique la cita de una solicitud de conciliación.
Muchos empleadores me decían de una gran área de oportunidad porque tardan mucho para hacer un convenio. La gente se desespera y tenían la razón. Hoy ya tenemos un sistema de citas donde el patrón hace su solicitud de conciliación, acude, señala una fecha de citas y ahí automáticamente va a ser atendido en un día y en una hora determinada.
Para hacer las citas está nuestra página de internet citas.ccl.jalisco Queremos cambiar la experiencia de acudir a un servicio público. Esto es el proyecto piloto, estamos innovando. Somos de los primeros estados que tenemos este sistema de citas.
Generamos también una calculadora de finiquitos o liquidaciones. ¿Cuánto le corresponde a un trabajador, cuánto le corresponde a un patrón? Somos una institución de buena fe. Tenemos una descarga de responsabilidad. Es solamente una estimación. Esta calculadora también la tenemos para no engañar a las partes.
Finalmente, tenemos el padrón de fuentes de trabajo. Los Centros de Conciliación podrán establecer un padrón de empleadores, un registro voluntario. ¿Con qué finalidad? Para que nosotros, al momento de que tengamos un conflicto laboral, se nos habilite un buzón electrónico para que inmediatamente se pueda notificar a los empleadores. Así vamos a evitar esos juicios sembrados, juicios ocultos. Es un ejercicio de transparencia proactiva y esto les va a ayudar mucho a las fuentes de trabajo que se quejaban antes
¿Cómo consideran que la gente observa el trabajo del Centro?
— Nuestros procedimientos de conciliación duran 45 días. Tenemos un promedio de 180 audiencias diarias. Nosotros queremos y tenemos que generar todas las condiciones, las audiencias necesarias, para tratar que se resuelva el conflicto. Los resultados son buenos. Tenemos más conciliaciones que otros estados.
¿Cómo es la carga de trabajo del personal?
— Hemos propuesto contratar otros conciliadores. Ahorita tenemos 44 conciliadores (una persona ya nos renunció y vamos a reponer esa vacante). Duran ellos en su cargo tres años. Vamos por otros diez conciliadores como una tercera fase, porque este sistema de citas generará mayor demanda. Queremos establecer tres nuevas sedes: una en Tepatitlán de Morelos, otra sede en Tlajomulco y otra sede en Ameca.
Necesitamos los conciliadores para Tlajomulco, para Ameca y Tepatitlán de Morelos y generar, si las condiciones lo permiten, un área de puro ratificar dentro del Área Metropolitana. Son los grandes proyectos, esas ambiciones.
¿Les están apoyando con recursos?
— Sí le están metiendo. Tenemos un presupuesto de 143 millones de pesos. Tenemos programado la contratación de 17 conciliadores, más asesores jurídicos. El tema de los conciliadores es sustantivo, pero nos faltan nuevas áreas.
El Centro de Conciliación Laboral es un edificio muy grande, nos faltan áreas de mantenimiento. Nosotros no proyectamos el tema de la gente de mantenimiento: instalaciones, tablarrocas, tenemos un sistema eléctrico, tenemos una planta de energía eléctrica, mantenimiento del elevador, esas áreas no las teníamos contempladas.
Tenemos un coordinador jurídico que maneja de 16 a 18 notificadores más otros 19 asesores jurídicos. Queremos dividir esa dirección jurídica en una coordinación de notificadores.
No teníamos programado en la plantilla el puesto de un médico o puestos de psicólogo. Nuestros conciliadores están sujetos a mucho estrés, a mucha presión. Si vas tenemos una médica, pero contratada por honorarios. Tenemos también una psicóloga contratada por honorarios. Ha habido gente que tiene crisis, pues llega con pérdidas muy grandes o bajo mucha presión.
Vamos bien, tenemos el respaldo del Gobierno del Estado. Somos de los Centros de Conciliación Laboral con más presupuesto en comparación a otros estados. Nuestros conciliadores son los segundos mejor pagados a nivel nacional, solamente está por arriba de nosotros Guanajuato. El sueldo del conciliador es un sueldo muy decente, aproximadamente 38 mil pesos, con todas las prestaciones legales. Guanajuato paga 41 mil pesos, a nivel federal son 31 mil pesos.
Accedimos a un subsidio federal, vamos a dotar de más tecnología. Desafortunadamente, hay que hacer algunas adecuaciones. Nadie visualizó la demanda que íbamos a recibir. Vamos a construir un espacio, un coworking para que la gente verdaderamente viva esto: que tenga una barra de café, que tenga un baño accesible, queremos establecer ahí una ludoteca, formar dos ludotecas, una de dos a cinco años y de cinco a once años para que los niños ahí se queden.
¿Cómo van el tema de los abogados? Porque en un proceso de conciliación no se requieren abogados, ¿o sí?
— Aquí el gran reto también es la resistencia al cambio. Hablo de las personas que viven de la industria del litigio. Nosotros no les cobramos por hacer la solicitud de conciliación, los servicios son gratuitos. La resistencia al cambio de que piensan que un tercero les va a resolver el conflicto cuando el trabajador puede resolverlo por sí mismo. Nosotros vemos que el trabajador no pierda la posibilidad de resolver ese conflicto, que no pierda la oportunidad de estar presente en la audiencia.
Hemos tenido casos donde los trabajadores y el empleador tenían falta de comunicación. No terminó en despido, terminó con un apretón de manos y siguen trabajando. Era un problema de comunicación, no del dueño del establecimiento, no del trabajador, era un intermediario que generaba mal la comunicación.