Con ‘dirty talk’ me refiero a ‘hablar sucio’ para calentar un poco más las cosas en la cama … o en el piso, sobre la mesa de la cocina, o cualquier lugar que más te acomode.
Entiendo porqué muchas chicas se preocupen por su lenguaje entre las sábanas, después de todo el oído es uno de nuestros 5 sentidos y, junto con el tacto, el olfato, la vista y el gusto pueden agregarle mucha emoción y diversión al sexo… Hablar sucio, aunque yo creo que no es para nada sucio, puede hacerte disfrutar más de la acción, crear más expectativa y soltarte al doble con tu pareja.
Y, aunque no lo creas, lo que dices puede convertirse en un poderoso afrodisiaco; explotará todos los deseos y fantasías sexuales de ambos, prenderá la temperatura en la habitación en pocos segundas y, lo mejor de todo, es que ni siquiera es tan complicado una vez que le agarres la onda.
Antes de empezar
-La expectativa se aleja mucho de la realidad cuando hablamos de sexo así que primero tienes que conocer a tu pareja y tener una vaga idea de qué es lo quiere y qué tanto puede soportar en la cama. Un día puedes llegar a hablarle sucio y, sin querer, sacarlo tanto de onda que se incomodará y no querrá seguir jugando contigo. Esto no solamente es malo para él, sino también para ti ya que podría arruinar tu primera experiencia y, por ende, las demás.
-Primero pregúntate a ti misma qué tipo de persona crees que sea y qué tan ofendida puede llegar a sentirse si empiezas a decirle que te dé nalgadas. ¿Es un chico de mente abierta? Porque este es un factor muy importante y de él dependerá la intensidad de tu plática erótica
-Tienes que empezar por algo lento, nadie espera que pases de un silencio incómodo a gritos sucios para despertar a tus vecinos por una sola noche. Parecería muy forzado y artificial cuando realmente tienes que verte natural y animada. Un “Oh por dios” o “se siente muuuuy bien” será más que suficiente para la primera vez.
-Una vez que te sientas más cómoda, empieza a hacerle preguntas como, “¿Te gusta que haga esto?” o “¿Cómo se siente?”, así lo motivarás a hablar sucio contigo y a soltarse aún más mientras tienen relaciones.
-Es súper importante que ambos sepan que lo que se dice en la habitación ¡se queda en la habitación! Puede llamarte nena, bebé y otro tipo de apodos pero una vez que regresen a la realidad necesita guardarse esos sobrenombres para sí mismo, de otra forma, podría arruinar la emoción y lo ‘sucio’ de los apodos.
-Y hablando de límites, es súper importante que exploren los suyos; puedes mandarle mensajeros eróticos y llamarle por teléfono cuando menos se lo espere, y también forman parte de la experiencia de hablar ‘sucio’. El punto es que explotes tu imaginación y te atrevas a ser un poquito más atrevida con tu galán. ¿Y por qué no? Si lo motivas lo suficiente, podría darte una gran aventura en la cama.
-Creo que es importante recordarte que la plática erótica puede volverse aburrida si se utiliza en exceso así que no te emociones y guárdala para las mejores experiencias y no para cada uno de tus encuentros sexuales.
Empecemos
-No puedes usar la misma voz que utilizas para responder el teléfono, tal vez parezca sexy para una que otra persona pero para tener sexo apasionado y agresivo, es mejor que explotes la voz más sexy que tengas en tu repertorio.
-Míralo a los ojos y no le tengas miedo a su reacción; aunque, si te da mucha pena, susúrrale al oído todo lo que quieras decir, así lo excitarás más y no tendrás que hacer contacto visual.
-Sonará raro pero para ser una maestra en el ‘dirty talk’ también tienes que practicar. ¿Cómo? Fácil, en tu recámara y antes de dormir, escucha lo que dices y detente cuando te sientas cómoda. Entre más lo hagas, mejor te sentirás.
-Sé lo que piensas, ya tienes una idea pero quieres exactamente las palabras en un diccionario, ¿cierto? Pues desafortunadamente no puedo decirte qué hacer ni darte una guía exacta; es como la comida, puede ser picante, dulce, amarga, salada y más, lo importante es combinar y saborear lo más que se pueda pero, principalmente, ¡disfrutar! Después de todo, cada quien tiene su propio sazón.
Con información de Revista Veintantos
Fantasías sexuales sólo para mujeres
