Es un vehículo único, desarrollado a solicitud de un coleccionista y cuya inspiración fue un diseño de un Rolls desarrollado en los años 20.
El ejemplar evidentemente es ultralujoso, y más cuando miramos que no hay fila trasera, en reemplazo contamos con estantes de madera y vidrio para almacenamiento: champagne, copas y bebidas estarán disponibles en esta zona de carga, mientras que la madera real se acompaña con un contraste de las mejores pieles en un tono más claro.
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Además, tras abrir las puertas «tipo suicidio», podremos encontrar unas plataformas que están diseñadas para resguardar computadoras y tabletas de los ocupantes, están hechas de fibra de carbón y aluminio. Mientras que entre los asientos habrá un refrigerador que climatizará la champagne a fin de celebrar esos momentos millonarios que ni usted, ni yo, estimado «mortal», vivimos o viviremos.