Detrás de una meta importante, debe de haber una minuciosa planeación para su cumplimiento. Lo mismo aplica para la visión de Audi de reducir las emisiones de CO2 en el ciclo de vida de sus vehículos en un 30% para 2025, en comparación con 2015.
Esto no es todo: la marca busca una movilidad neutral en emisiones de CO2 y aspira a ser neutral en términos climáticos en toda la empresa para el año 2050.
Pongamos primero un poco de contexto. El compromiso de la marca y de todo el Grupo Volkswagen comienza con el Acuerdo de París sobre el Clima, siendo éste el eje rector que motiva sus acciones.
Sin embargo, ¿cómo planean lograrlo? Vamos a repasar lo que ha establecido la marca en cada uno de los rubros.

Vehículos eléctricos
¿Por qué portar por vehículos con propulsión eléctrica? Porque son los que tienen la mejor huella de carbono de todos los sistemas de propulsión durante su vida útil.
– Oferta de eléctricos: inicialmente, Audi e-tron; en los próximos meses, e-tron Sportback, e-tron GT concept (que será fabricado por Audi Sport GmbH), y Q4 e-tron concept.
– La marca contempla ofrecer 30 modelos electrificados para el año 2025; 20 serán 100% eléctricos. Los vehículos electrificados corresponderá al 40% de las ventas totales.
– Desarrolla motores convencionales con hibridación Mild Hybrid y sistema eléctrico de 48 voltios e híbridos enchufables (PHEV). De este último, lanzará cuatro modelos más, comenzando con el Q5 55 TFSI e quattro, producido en la planta de San José Chiapa, Puebla en México.

Cadena de valor
Reto: los automóviles eléctricos requieren más energía para su fabricación. Por ello, la marca tiene el objetivo a largo plazo de descarbonizar la cadena de suministro.
Pero, ¿cómo lo va a lograr?
– Desde finales de 2018, la compañía ha realizado talleres de CO2 junto con sus proveedores para acordar medidas efectivas.
Por ejemplo: uso de energías regenerativas, cierre de ciclos para los materiales e utilización de una mayor proporción de materiales reciclados.
– Los proveedores deben hacer uso de electricidad verde en la producción de celdas para las baterías de sus vehículos eléctricos, estableciéndolo así en sus especificaciones.
Ejemplo: el bastidor de la batería del e-tron está fabricado con aluminio sostenible.
– Audi fue el primer fabricante de automóviles en recibir una certificación por parte de la Aluminium Stewardship Initiative (ASI) en noviembre de 2018.

Proceso de fabricación
La meta es alcanzar la producción neutral en CO2. Para ello:
– La planta de Bruselas funciona con un balance neutral en CO2 desde el inicio de la producción del Audi e-tron, en 2018.
Esto es posible por medio del cambio a la electricidad verde y el suministro de calor procedente de fuentes de energías renovables.
– Bruselas ha reducido sus emisiones de CO2 hasta en 40 mil toneladas cada año.
Lo que sigue:

– La conversión de la fábrica de automóviles y motores en la ciudad húngara de Györ.
– Este año se instalará en el techo de los centros logísticos de Hungría el sistema fotovoltaico más grande de Europa, con una potencia máxima de 12 megavatios, cubriendo un área de aproximadamente 160 mil metros cuadrados.
La generación de energía renovable comenzará en 2020. El parque de energía solar producirá más de 9.5 gigavatios por hora de energía al año, lo que equivale a 5 mil hogares.
Cabe destacar que Hungría ya cubre alrededor del 70% de su suministro de calor a través de energía geotérmica, con un balance neutral para el clima.
¿Qué opinas de estas acciones?
#elfuturodelautoeshoy