¿Tu copiloto no para de hablar? Tips para hacerle frente a los parlanchines

No te vayas con la finta de la foto de portada: un copiloto que no para de hablar puede ser tanto hombre como mujer.

Hay veces que se agradece, especialmente cuando los trayectos son largos o el tráfico es denso, y no queremos quedarnos dormidos.

Pero, ¡siempre hay un pero! Hay ocasiones en que nos podemos sentir abrumados por su plática. Por ejemplo:

– Cuando es la décima vez que te cuenta esa historia.

– Le da vueltas a un mismo tema.

– Se queja de sus problemas a los que no dará solución (los mismos de siempre).

– Habla a un volumen muy alto.

– No deja de decir cosas realmente ofensivas.

– O simplemente, estás cansado y prefieres ponerle un alto total en tu mente.

Sea como sea, te compartimos algunos consejos para hacerle frente a un copiloto parlanchín molesto.

Qué hacer con un copiloto parlanchín

1. Pretexto para escuchar la radio. «¿Te enteraste de «x» noticia? ¿Está cañón, no? A ver si dicen algo en la radio.»

2. Pretexto para poner música. «Eso me recuerda a «x» canción. ¿Ya la escuchaste? Te la voy a poner.»

3. Iniciar una plática extremadamente complicada con muchos tecnicismos. «¿Has escuchado hablar del blockchain?»

4. Cuéntale una película hasta que se aburra. «Justamente el otro día estaba viendo una película sobre eso».

Como te puedes dar cuenta, la única forma de darle la vuelta es dándole un giro radical y abrupto a la temática.

Aplicar el clásico «dar el avión» no siempre funciona, y puede alentar a que se siga de largo.

Así que, o te apañas del momento, o dejas que la otra persona lo haga.

Si tú eres el copiloto parlanchín

Recuerda que, aunque es sano hablar y compartir, también debes ser empático y observar si el conductor te está prestando atención.

Si ves que te está evitando o no te da seguimiento, es momento de bajarle dos rayas a la intensidad de la plática.

A su vez, recuerda que una plática acalorada realmente puede ser una distracción peligrosa para quien está a cargo del volante.

Así que, ¡recuerda llevártela con calma!

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