Los precios de la gasolina, el mantenimiento, las refacciones, el seguro del auto, el segundo piso, el servicio, la verificación, la tenencia… Pareciera imposible recortar gastos de nuestro coche. Pero, aunque no lo creas, ahorrar es posible.
Para lograrlo, sí requerirás principalmente cambiar tus hábitos de conducción. Aunque no lo creas, ¡hace toda la diferencia!
Finalmente, además del ahorro de combustible, los frenos, el motor, el clutch y la transmisión te durarán más, así como otras partes de tu auto.
Hábitos al cargar gasolina
– Llena el tanque en distintas gasolineras y lleva un registro de tus distancias y cuánto te dura. Aunque no lo creas, hay estaciones en las que, misteriosamente, la gasolina rinde menos.
– Carga gasolina en la mañana o en la noche, momentos en los que la temperatura ambiente es menor.
– Trata de llenar el tanque, pero solicítalo en litros, no en dinero.
– Evita llegar a la reserva.
Hábitos de conducción
A partir de ahora, manejarás como una seda. En otras palabras, lo menos brusco e intenso posible. Para que te des una idea, te compartimos la siguiente analogía.
Imagina que eres un chofer. Tu jefe viaja en el asiento de atrás, está enfermo y viene dormido, después de días de no haber podido conciliar el sueño. Debes evitar despertarlo cueste lo que cueste.
¿Cómo lograrlo?
– Acelera suave. Debe ser lento, suave y gradual. Cuando estás detenido totalmente, cuida ese primer toque al pedal del acelerador.
Te darás cuenta que lo haces bien cuando el sonido del motor sea más silencioso. Es más, en ningún momento debe escucharse el sonido del motor haciendo el esfuerzo.
– Frena suave, poco y gradual. Esto evitará que se desgasten las balatas o se calienten los frenos. Para empezar debes evitar usar los frenos lo más posible. ¿Cómo lograrlo? Frenando con motor.
Si quieres hacerlo como un profesional, antes de que se detenga el auto suelta la presión del freno y posteriormente frena en su totalidad.
El objetivo es que el auto no haga movimiento alguno, ni para adelante ni para atrás. Aunque no lo creas, con esto también estarás cuidando el motor.
– Velocidad constante. Es lo mejor que puedes hacer para ahorrar combustible y evitar un mayor desgaste del auto.
Por donde lo veas, tienes que implementarlo. Si conduces rápido tendrás que frenar más seguido y esto desgastará los frenos.
Si aceleras bruscamente inyectas una mayor cantidad de combustible. Además podrás reaccionar mejor ante cualquier inconveniente, como un bache, una coladera o un riesgo de colisión. Esto también evitará que gastes por un accidente.
– Cambia las velocidades suavemente, y mete el clutch con delicadeza. Si es manual, debes meter el clutch a fondo.
Esto ayudará que los cambios con la palanca sean más suaves, por lo que también estarás cuidando la transmisión.
Independientemente de si tu auto es manual o automático, debes ser muy suave con la palanca de la transmisión.
En cuanto al embrague, debes evitar tener el clutch metido por mucho tiempo, es decir, usarlo únicamente cuando es cambio de velocidad o alto total.
Recuerda que al sacarlo, deberás hacerlo lentamente. No se debe sentir el movimiento.
Evita tener el auto en ralentí
Si vas a esperar a alguien, apaga el auto. Evita tenerlo encendido por más de diez segundos.
Muchos autos nuevos cuentan con el sistema Start Stop que hace esto por ti. Si tu auto no lo tiene, evita encenderlo con tiempo «para calentar el motor» o tenerlo encendido cuando no estás en movimiento.
Esto te ahorrará gasolina y cuidará el motor de tu auto. El mito de que al encenderlo se inyecta más gasolina, es algo que se ha quedado muy atrás y aplicaba con autos más viejos.
Como cereza del pastel
Aplicar todo lo anterior no sólo te permitirá ahorrar dinero, sino que podrás conservar tu auto por más tiempo.
En caso de que lo quieras vender, estará en excelente condiciones y eso te ayudará a tener a más de uno interesado.
Ahora ya lo sabes, este 2020, ¡cuida tu manejo!
