Sería poco responsable decir que es una regla determinante, sin embargo, sí es un fenómeno muy común: los hombres prefieren manejar antes de que lo hagan sus parejas.
No importan si tienen que conducir largas distancias. No importa si llevan mucho tiempo en el tráfico o en el auto. Ellos prefieren hacerlo.
Si por alguna razón conducen ellas, se ponen nerviosos. O, por lo menos, al principio. ¿Por qué? Entrevistamos a hombres que tienen esta preferencia y esto fue lo que nos dijeron.
Tres razones por las que ellos prefieren manejar
1. Seguridad.
Hay cosas que ellos consideran que tienen bien dominado, es decir, que cuentan con mucha experiencia al conducir.
Si quien está al volante tiene menos práctica que ellos, esto los pone nerviosos.
En cambio, si la mujer tiene gran experiencia al volante y maneja muy bien, esto no necesariamente sucedería así. (Aunque sí estará el prejuicio al inicio).
Algunos expresaron que sienten que muchas mujeres se sienten juzgadas por ellos cuando ellas manejan.
Por ello, ellas se ponen más nerviosas, ellos lo perciben y, como consecuencia, ellos también se estresarán.
«La seguridad que tú sientas al volante se la transmites a los pasajeros«, comentó uno de ellos.
El nerviosismo por ambas partes se da especialmente al principio. Si el trayecto es largo, esto pasará y es probable que ambos se relajarán.
2. Llegar más rápido al destino.
Muchos piensan que pueden llegar más rápido al destino si conducen ellos. Por supuesto, aquí también entra la paciencia.
Si se sienten nerviosos cuando maneja su pareja no pueden evitar supervisar su conducción, lo cual también puede ser cansado.
A su vez, consideran que pueden hacer pequeños actos osados para maximizar la conducción y no retrasar el trayecto. Claro, ¡sin riesgos!
3. En realidad les gusta manejar.
Aunque sean ellos quienes manejan para todos lados, por ejemplo, pasan por ella, llevan a su familia o a la amiga de la pareja a algún lado y de ahí a otro lugar – y luego de regreso –, no es un conflicto para ellos.
Por el contrario, se sienten más tranquilos de estar en control de la conducción y les gusta hacerlo.
Esto se da aún más en quienes crecieron manejando y les gustan los autos.
Mmm, ¿será?
Según externaron, no es una cuestión de género como tal, simplemente es cuestión de práctica y experiencia. ¿Será? No podemos negar que ejercen más presión cuando la mujer está a cargo del volante.
Por lo que, si alguna de ustedes desea comprobar esta teoría, será cuestión de amar y dominar el volante para ver si cambia esta tendencia.
Y si alguna de ustedes es muy buena conduciendo, ¡cuéntenos si incluso así él prefiere manejar!
Una cosa más…
Sigue habiendo rasgos del Club de Toby y prejuicios de género en todo esto. Finalmente, es socialmente aceptable y esperado que sean ellos quienes estén a cargo de la conducción. ¿A poco no?
Aunque bueno, muchos en realidad aman hacerlo y muchas de ellas no les disgusta la idea.
¿Qué opinas?
