El ahora jugador del Corinthians marcó un gol olímpico y aunque el portero fue el responsable, no se puede objetar que el lateral carioca sigue teniendo la técnica para golpear el balón con clase.
Su disparo desde la esquina tomo una curva prodigiosa y ante la mala salida del cancerbero terminó anidándose en la portería. Fue el segundo gol de Corinthians y el que sentenció el partido ante Portuguesa en el inicio del campeonato Paulista.
Apenas corría el minuto 20 y después de una jugada de alta velocidad (realizada por el mismo jugador, hoy con 37 años a cuestas) sorprendió con un tiro chanfleado al arquero Weverton, quien estaba fuera de su línea ordenando a sus defensas.
El primer gol olímpico de Roberto Carlos fue celebrado en grande, mientras otro grande en la historia del futbol, Ronaldo (el primero) besó la calva de su compañero de equipo.
