Marchan con el puño en alto, el paso decidido y la voz viva; el grito de justicia retumbó en la capital mexicana, donde miles de mujeres, en el Día de las Madres, exigieron que los casos de sus hijos desaparecidos no queden en el olvido y recordaron que hoy no tienen «nada que celebrar».
Después de concentrarse en un lugar simbólico, el Monumento a la Madre, las participantes iniciaron su marcha rumbo al Ángel de la Independencia. De esta forma, el emblemático Paseo de la Reforma se llenó de carteles y fotografías con los rostros de los desaparecidos.
Daniel, Francisco, Roy, Brenda, Antonio, Juan: por la avenida se leyó una larga sucesión de nombres que son únicamente una parte de las más de 35 mil personas no localizadas en todo el país, según datos oficiales.
La lucha y el dolor de las madres no entienden de fechas: mientras una mujer sostenía un cartel en que aparecía una joven desaparecida hace 96 días, otro grupo de madres sujetaba una gran pancarta en la que se veía a una docena de personas de las que no se tiene información desde la década de 1970.