• Octavio Romero, director de Pemex, es refractario a los medios. No ha salido a dar la cara para enfrentar la psicosis desatada por el desabasto de gasolina, aunque la empresa asegura que sólo es un retraso en el suministro. Esto salvo un video con el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue, donde garantizó pipas suficientes. Pero el temor cunde y llegó a la CDMX, ¿cómo lo van a parar?
• Alejandro Gertz, encargado del despacho de la Procuraduría General de la República (PGR) y aspirante a Fiscal General, le ha caído una papa muy caliente: el presunto caso de corrupción en el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, por casi 17 mil millones de pesos. El presidente dijo que no había denuncia. Nos dicen que todo parece indicar que le van a poner hielitos al asunto.
• Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, no vio caras molestas en la reunión con la diplomacia. Se les explicó a los embajadores y cónsules que no se ha decretado un ajuste generalizado a sueldos, prestaciones y bonos a la diplomacia. Nadie tomó la palabra para hacer una protesta. Si hasta en la Suprema Corte de Justicia de la Nación se ajustaron ya sus salarios habría que esperar una acción consecuente en ese sector.
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