Hoy se denomina “huachicol” al combustible robado y “huachicoleo” al delito que en los últimos días resuena en el país, pero dichas palabras no son actuales, su origen tiene diversas hipótesis.
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Un experto de la Universidad Nacional Autónoma de México ofrece una aproximación a un tema de gran actualidad, derivado de la estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador para terminar con el robo de combustible que existe en México.
La primera hipótesis señala que la palabra “huachicol” proviene del término maya “waach”, que se usa para describir a los foráneos o forasteros, aunque luego se castellanizó como “huache” y empezó a usarse de una forma despectiva.
Otro supuesto es que “huachicol” proviene de la etnia de los “Guachichiles” o “Guaches”, a quienes se les atribuye el consumo de bebidas alcohólicas preparadas de tuna, mezquites y maguey.
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Por su parte, el diccionario de Mexicanismos establece que “guache” se utiliza como sinónimo de falso o de mala calidad y posteriormente se empezó a utilizar para hacer referencia a una bebida alcohólica adulterada que se vendía en algunas cantinas.
Sin embargo, en la actualidad se denomina “huachicol” al combustible robado y “huachicoleo” al delito.
De acuerdo con Fabio Barbosa, académico de la UNAM, el “huachicoleo” es un problema que se arrastra desde hace décadas, debido a la ausencia de inversión en el almacenamiento estratégico de los combustibles.
El especialista del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, detalló que tampoco hay inversión en ductos e instalaciones en las grandes ciudades, especialmente las distantes de las costas, para guardar el combustible importado.
“Las grandes soluciones deben ser de fondo y a mediano y largo plazo”, concluyó Fabio Barbosa.
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