Año tras año, la mariposa monarca recorre más de 4 mil kilómetros desde el sur de Canadá para poder llegar al Eje Neovolcánico de México ubicado entre Michoacán y el Estado de México y así alcanzar la madurez sexual en climas templados. Para lograrlo, hiberna a unos 3 mil trescientos metros de altura en la Sierra Madre; una vez que ha llegado la primavera, el lepidóptero emprende el vuelo de regreso.
El emblemático insecto cuenta con una “brújula solar” ubicada en sus alas la cual lo activa a la luz del sol y ayuda a encontrar el camino a espacios más cálidos.
Ana María Muñiz, Bióloga por parte de la UNAM, comentó en entrevista con Publimetro, otra de las características más importantes de la mariposa, su memoria genética:“La mariposa monarca, viene a hibernar siguiendo la misma ruta de sus ancestros, e incluso se especula que muchas llegan al mismo árbol, probablemente se puede hablar de una memoria genética, ya que conocen la ruta que tomaron sus antecesores”.
El insecto de alas anaranjadas, tiene un tiempo de vida variable, que va desde un mes hasta 8 o 9 meses durante la migración: “La generación migratoria de la mariposa monarca, es la más longeva de todas, vive alrededor de 8 o 9 meses, mientras que su descendencia vive solo un mes, la generación subsecuente tiene el mismo tiempo de vida y pasa lo mismo con la tercera. La cuarta generación del lepidóptero es la que tiene que regresar a México y la que tiene el mayor tiempo de vida” comentó la bióloga.
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Migración y día de muertos: la visita de las ánimas.
Los insectos llegan al también llamado Eje Volcánico Transversal entre finales de octubre y principios de noviembre, por lo que la cultura michoacana suele relacionar la migración con el día de muertos; ellos creen que las mariposas, son el alma de sus difuntos que vienen a visitarlos.
La tradición del Día de Muertos en México proviene desde tiempos prehispánicos y dicta que una vez al año, el alma de los muertos regresa a visitar a sus familiares. Curiosamente, la flor de cempasúchil o también llamada Flor de los Muertos, tiene un color anaranjado, similar al de las alas de los insectos, por lo que refuerza la creencia popular en el estado.
María Muñiz, quien tiene varios años viviendo en la periferia del Eje Neovolcánico, agregó que las comunidades indígenas de la región, son quienes tienen más arraigada la creencia mencionada anteriormente: “La mariposa es una especie que ha estado en las mentes de las comunidades indígenas porque para ellos, el hecho de que la migración llegue a estos parajes, le dice a la gente que es el alma de los muertos”.
Alternare: en busca de mejorar la vida y el medio ambiente.
Aparte de ser bióloga por la máxima casa de estudios, María Muñiz es una de las co-fundadoras de Alternare, una organización sin fines de lucro ubicada en la biosfera de la mariposa monarca, que está dedicada a la capacitación de comunidades rurales en el uso, manejo y valor de los recursos naturales.
En Alternare, se trabaja desde hace más de 20 años por la conservación del área de hibernación de la mariposa monarca, compartiendo conocimientos con las comunidades, para que hagan un mejor uso de los recursos naturales y así poder mantener los bosques de la zona, que son donde hibernan estos lepidópteros.
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