La mayoría de las campañas políticas para los diversos cargos de elección popular que se definirán el próximo 6 de junio en las votaciones de estas elecciones 2021, se han caracterizado, en su mayoría, por presentar únicamente discursos de desacreditación y odio, más allá de verdaderamente mostrar propuestas reales, que beneficien a la ciudadanía y los votantes, para quienes en teoría deberían trabajar los partidos.
Esta práctica obedece, en primer término, a la carencia de nuevas propuestas por parte de los actores políticos, y por otro lado, porque este tipo de discursos son asimilados más rápido por el electorado joven, que será el que finalmente le de cause a los resultados del próximo domingo.
“El discurso de odio se ha incrementado tres veces a nivel mundial. Tal parece que nos interesamos más en escuchar un diálogo que sea destructivo, a uno constructivo, y con este fin se orientan las campañas políticas, porque están tratando de captar la atención de las personas más jóvenes (votantes) que hay en nuestro país.
“Pero nos hace falta entender que para alcanzar una sociedad democrática y dónde se respeten los derechos fundamentales, falta una estrategia de cero tolerancia hacia la discriminación, a la violencia, es decir, vamos en una partida contrastante. Tenemos que construir diálogos de paz, y lo hemos visto en las curules, donde los diputados lo hacen con un lenguaje que propaga el odio.
“No podemos permitir campañas que hagan apologías de los delitos, que se basen en el odio, no podemos permitir candidatos que se basen en la discriminación para alcanzar un objetivo dentro de la boleta electoral”, explicó la doctora en derecho y globalización, Victoria Alva, en debate que realizó la Universidad La Salle con expertos en materia política y electoral.

La doctora Alva también respondió al cuestionamiento de si la mujer mexicana está lista para ser la presidenta del país, y la respuesta fue un contundente no.
“Según el reporte que nos da la ONU (Naciones Unidas) México en materia de empoderamiento de mujeres a nuestro día, nos damos cuenta que las mujeres aún no han roto la barrera de representación unipersonal, es decir, el ejercicio de candidaturas que se dan únicamente a nivel municipal, como presidentas municipales o gobernadoras.
“De todas las alcaldías que existen en México, sólo el cinco por ciento son ocupadas por mujeres, lo cual es un número bajísimo. Únicamente una mujer representa la gubernatura de un estado, lo cual demuestra que el camino aún se ve lejos. No se ha mencionado que existan mujeres que tengan un buen avance político para verlas en las próximas boletas presidenciales”, compartió Victoria Alva.
Otro tema que tiene que ver con los derechos de los votantes y de la ciudadanía en general, es la ausencia de los partidos políticos para con sus militantes una vez que llegaron al poder, ya que en campaña todo parece color de rosa, con una proximidad pocas veces vista, pero que desaparece una vez que los representantes de los partidos llegan al cargo.

“Los partidos políticos han ido perdiendo algo que es muy importante, la función social, son gestores de la sociedad; anteriormente el ciudadano acudía al partido político para demandar que le ayudara. Han perdido la función social; en la actualidad lo único que buscan es quedarse en el poder. Están más enfocados a esos fines que a las funciones reales de la sociedad; cuando llegan al poder se olvidan de la ciudadanía.
“Los partidos políticos, y más ahora los de la oposición, tienen una gran responsabilidad, porque deben de reestructurar y estar más cerca de la población. Pero esto quedará sólo en la teoría, porque creo que gane quien gane sólo intentarán mantener el poder que ganen en estas elecciones; conseguirán en su proceso de legisladores iniciativas por el interés del partido político, pero no por el interés en la sociedad.

“Nosotros como ciudadanos y votantes tenemos la obligación de exigirles a quien ganen, que realmente respeten el estado de derecho, la propia Constitución, y que no por caprichos quieran camiar las leyes que ya están establecidas desde hace muchos años. Tenemos que exigir que los partidos políticos realmente representen a la sociedad”, confesó Bernardino Esparza, doctor en derecho y maestro en derecho constitucional y ciencia política.