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Luis Miguel ofreció espectacular show en el Auditorio Nacional

“El Sol” inició su presentación en el Auditorio Nacional con 45 minutos de retraso e interpretó casi 40 temas

El cantante Luis Miguel fascinó durante el concierto que ofreció en el Auditorio Nacional, como parte de su gira internacional “México por siempre”, y dijo que gracias a sus fans es que hoy suma 36 años de carrera.

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“Hay dos cosas importantes. Una es la música que me ha inspirado durante toda mi vida para seguir y seguir andando. La segunda, y no menos importante, o a lo mejor igual de importante porque si no fuera por la música no nos hubiéramos conocido durante 36 años”, expresó “El Sol” durante una pausa de su show.

“De esto me vengo enterando hace poco. No soy de contar los años, pero estos 36 son gracias al público, a ustedes las fans. Esa es mi segunda razón por la que estoy en el escenario esta noche. Un aplauso para ustedes, pero que se oiga bien fuerte”, añadió ante casi 10 mil personas que abarrotaron el recinto.

Fue parte del discurso, con duración de cuatro minutos, que Luismi dio la noche del domingo ante sus fieles seguidores. Aquellos de la década de los ochenta, los noventeros, algunos millennials y niños que disfrutaron de un repertorio compuesto por casi 40 temas entre baladas, boleros, pop y ranchero.

 

Fue una velada en la que el artista, a unos días de celebrar su cumpleaños número 48, se mostró alegre, sonriente, amable, cariñoso, coqueto, sensual y bailador.

Como ya es costumbre, también se le notó incómodo con su ingeniero de sonido. Por momentos miraba al lado derecho del escenario y, a través de señas, pedía que el sonido fuera más arriba y luego que lo bajarán. Acto seguido hacía gestos de enfado y mejor optaba por dirigirse al pie del escenario para saludar a la gente.

El concierto de Micky, como muchos también le llaman, inició con 45 minutos de retraso. Aunque el público estaba impaciente por verlo, una vez que apareció frente a ellos, se les olvidó la característica impuntualidad del artista.

Luciendo un traje negro con camisa blanca, zapatos de charol y acompañado de ocho músicos, así como de tres coristas, inició con las canciones “Si te vas”, “Tú sólo tú”, “Amor, amor, amor” y “Devuélveme el amor”. En ésta última se le observó muy inspirado.

Dueño de una personalidad imponente continuó con un medley de boleros. El primero fue «Por debajo de la mesa» y ya sentado sobre un banco, con la corbata aflojada del cuello, entregó algunas estrofas de «No sé tú», el segundo éxito de su disco «Romance».

«Un hombre busca a una mujer», «Cuestión de piel», «Oro de ley», «Esa niña», «Amante del amor», «Más allá de todo», «Fría como el viento», «Tengo todo excepto a ti», «Hoy el aire huele a ti», «Más» y «Sintiéndote lejos» fueron los éxitos que elevaron, aún más, los ánimos de los presentes que lo corearon de principio a fin.

Justo en este segmento se le vio insistente con que le corrigieran el audio que recibía en su oído a través del sistema de monitorización In-Ear.

Incluso, solicitaba al bajista y guitarrista que se movieran de lugar para que no tuviera tan directo el sonido de sus instrumentos.

Cuando llegó el turno de «Hasta que me olvides». Luis Miguel se acercó a los asistentes y permitió que una niña se le acercara para darle un beso en la mejilla. Fue la primera de otras tres con las que sucedió lo mismo.

Para ese momento, uno de sus guaruras se acercó de manera presurosa para sujetarlo del cinturón a fin de evitar que fuera a caer y, de pronto, una joven le obsequió un osito blanco de peluche.

Mientras bebía de un vaso con agua, ya sonaban los primeros acordes de “Yo te necesito”. En ese espacio de su concierto dirigió la mirada a una mujer de las primeras filas. Se le veía coqueto, pero su semblante cambió cuando de nuevo hizo notoria una molestia con el sonido y se quitó el audífono.

Para las 20:38 horas, El Sol hacía una pausa en su espectáculo. Aunque hubo quienes supusieron que sería larga, apenas duró dos minutos y regresó al escenario con «Tú y yo».

La duración normal de esta melodía es de cuatro minutos con 50 segundos, pero se extendió debido a que Luis Miguel daba cuenta de las modulaciones de su voz. Se daba el lujo de despegar el micrófono de su boca y sorprender con la calidad de su voz. Al final, cedió el foco al saxofonista.

Son tres pantallas gigantes por las que el público no pierde detalle del artista. Pero en el escenario hay otras dos que, siendo más pequeñas, permiten que Luis Miguel tenga visión de sí mismo y su grupo de músicos.

Así llegó el turno del segundo popurrí de boleros. Con el maestro Aldrete al piano, inició con una introducción de «No me platiques más” para luego deleitar con «La barca» y «La mentira».

Llegó entonces el espacio festivo de la noche al ritmo de 14 elementos del Mariachi Vargas de Tecalitlán que ejecutaban «La fiesta del mariachi» y «La llamarada».

“¿Una más con mariachi?, preguntó, y ante la respuesta afirmativa de sus fans, entregó «La Bikina» y «Sabes una cosa».

“Es tanta la inspiración que me han dado a través de los años. Justo a través de los años se ha perdido tanta y tanta gente de tantos talentos. Sin embargo, siempre he tenido la motivación de seguir porque la inspiración viene de ustedes.

“De la gente que, a fin de cuentas, me dice que ha podido conocer una relación importante en su vida. Quizá a su novia que a lo mejor hoy es su esposa o tal vez la madre de sus hijos y a lo mejor alguno de sus hijos se llama Luis y otro Miguel o Luis Miguel.

“Sí, esta es la belleza de la música, esto es lo bonito que hemos logrado. Es una comunicación tan hermosa y real porque todo lo demás desgraciadamente no es tan real. Que cada quien haga su juicio, pero creo que lo más bello que hemos logrado es un puente de comunicación entre el artista con la música y con ustedes.

“Eso es mágico, bello e intocable. Gracias por ese privilegio, estoy tan agradecido que me haya tocado vivir esta vida gracias al aplauso y al cariño de todos ustedes, mi público”, expresó Luis Miguel en la continuación del largo mensaje que dio.

«Serenata huasteca», “Soy lo prohibido», «Amanecí en tus brazos» y «El viajero» continuaron en el menú del mariachi y tras una breve ausencia del escenario, el cantante volvió con camisa negra desfajada y pantalón del mismo tono para cerrar su concierto a ritmo de pop.

«Muchachos de hoy», «Ahora te puedes marchar», «La chica del bikini azul», «Isabel» y «Cuando calienta el sol» pusieron de pie a sus fanáticos.

Simulando patinar en el escenario, a manera de despedida Luis Miguel lanzó pelotas gigantes a los presentes y regaló rosas blancas a las mujeres que se acercaron.

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