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Así se ve la hacienda Elizondo de “Pasión de gavilanes” a casi 18 años del estreno de la novela

El melodrama se estrenó en 2003.

En una telenovela emblemática, de esas que para siempre habitan un hueco en el corazón del público, sus entrañables personajes y las excitantes vivencias que experimentan no son el único elemento inolvidable, las locaciones donde transcurren las tramas son igual de memorables. Este es el caso de Pasión de Gavilanes, ese exitosísimo melodrama estrenado en Colombia en el año 2003.

Dentro de este teledrama encabezado por Danna García, Mario Cimarro, Paola Rey, Juan Alfonso Baptista, Natasha Klauss y Michel Brown, hay muchos espacios donde las hermanas ‘Elizondo’ y los hermanos ‘Reyes’ protagonizaron sus apasionantes historias de amor y drama que permanecen grabadas en la memoria de los televidentes y elevan una apología a la nostalgia.

Sin embargo, una de las más significativas sin duda es la hacienda Elizondo, el hogar de las protagonistas femeninas donde se desarrolla gran parte de los acontecimientos más importantes de esta ficción colombiana que continúa acaparando el gusto del público.

En la vida real, esta estructura existe y todavía se mantiene en óptimas condiciones. A continuación, te contamos su historia y te mostramos cómo luce en la actualidad.

El cambio de la hacienda Elizondo, el hogar de las protagonistas de Pasión de gavilanes

Todo el mundo sabe que el rodaje de Pasión de gavilanes transcurrió en Colombia entre los años 2003 y 2004. Lo que pocos conocen es que la mitad de las grabaciones se llevaron a cabo en un espectacular restaurante ubicado a las afueras de Bogotá llamado El Pórtico, el cual cuenta con varios espacios, como si de un pequeño poblado se tratase, entre los que se encuentra precisamente la edificación que fungió como hacienda de ‘Bernardo Elizondo’.

Un poco de historia

El Pórtico, llamado así por un enorme arco de piedra que tiene en su demarcación, fue construido en una finca durante la década de los 60 por los visionarios Jaime y Yolanda Pradilla. El restaurante abrió sus puertas en mayo de 1968 y, de manera paulatina, la pareja colombiana fue erigiendo alrededor de la edificación madre la réplica de una ciudadela con iglesia, plaza y demás de estilo colonial. 

“Empezó con una casita. Había vacas y estaba el pórtico, el arco de piedra que trajo mi papá en el 67, desde la plaza de Bolívar. El arco estaba en la demolición de la casa de la familia Rodríguez Maldonado”, contó el hijo de la pareja, Jorge Pradilla al periódico colombiano El Tiempo

“Un año después, mi mamá quiso poner un negocio. Empezó vendiendo sangría, chorizos, jamón serrano y empanaditas hacia la calle. Más tarde abrieron puertas y atendieron en bancas y tablas”, rememoró.

Con el paso del tiempo, los edificios construidos en este espacio comenzaron a adecuarse y amueblarse hasta llegar a ser lo que era en 2003, cuando se estableció allí la producción de Pasión de gavilanes: un complejo hostelero y centro de eventos entre los que actualmente se encuentran once salones independientes, como una alcaldía, una estación de tren, una cava, entre otros aparte de las construcciones anteriormente mencionadas.

Una de sus edificaciones más populares es el claustro de San Isidro, el cual RTI reformó para crear el hogar de ‘Norma’, ‘Jimena’ y ‘Sarita’ que el público vio en este el remake de Las aguas mansas transmitido por Caracol Televisión y Telemundo hace casi 18 años.

El aspecto hoy de la hacienda de las hermanas Elizondo

Con el paso del tiempo, el claustro de El Pórtico ha presentado algunas modificaciones –el color de la estructura, por ejemplo- pero se mantiene casi idéntica a como se vio en la pequeña pantalla, por lo que es fácil identificar a la hacienda Elizondo en un primer vistazo. 

De acuerdo a El Tiempo, en este lugar entran unas 1.500 personas sentadas.

Todos los años esta infraestructura acoge visitantes de todas partes del mundo a recorrer la mágica locación donde el sexteto de protagonistas de Pasión de gavilanes vivió un desenfrenado romance hace casi dos décadas.

Sin embargo, una de las visitas más especiales la recibió el año pasado, cuando el galán Mario Cimarro visitó este lugar en compañía de su novia, Broni.

El actor dio un golpe de nostalgia al público al volver a pisar junto a su amada aquellas locaciones con hermosas zonas verdes e impresionante arquitectura que durante meses acogieron las filmaciones del melodrama más exitoso de su carrera.

«Bienvenidos a la hacienda Elizondo«, escribió la modelo europea junto a una postal, publicada en su cuenta en Instagram, donde ambos posan frente a esta estructura que atañe a tantos recuerdos gratos para muchos.

De igual forma hizo, precisamente este jueves 6 de abril, la actriz Paola Rey.

La iglesia, el bar, la plaza de toros y el sanatorio de Pasión de gavilanes, todo en un mismo lugar 

Cabe destacar que El Pórtico no solo prestó su claustro para Pasión de gavilanes, también otros de sus espacios, razón por la que el 50 por ciento del teledrama se grabó completamente en este lugar lleno de vida y personalidad.

Por ejemplo, el terreno cuenta con una capilla, dedicada a Nuestra Señora del Pilar, donde se grabaron varias de las bodas de los personajes de la ficción como la de ‘Rosario Montes’ y ‘Armando Navarro’; la de ‘Norma Elizondo’ y ‘Juan Reyes’ y doña ‘Gabriela Acevedo’ y ‘Fernando Escandón’, por mencionar algunas.

La iglesia en Pasión de gavilanes

La capilla ahora

La plaza de toros, en Pasión de gavilanes y ahora

Asimismo, esa idílica finca cuenta con una pequeña plaza de toros donde también se rodaron diferentes escenas de la novela, como la competición de rodeo. De acuerdo al hijo de los fundadores fue con la plaza que se comenzó la idea de darle forma de pueblo al espacio campirano.

“Nació con la plaza de toros. Las primeras corridas que se hicieron en América se hicieron en las plazas de los pueblos; ponían un enrejado y metían los toros. Mi papá quiso recordarlo y hacer un pueblo con plaza para hacer becerradas. Duramos 47 años haciéndolas. Ya no. Hoy solo queda un vestigio”, señaló al medio citado.

El bar “La estación”, al igual que el sanatorio de Asís y la casa de ‘Raquelita’, también son parte de los rincones de  El Pórtico que se ambientaron para traer a la pantalla la ficción escrita por Julio Jiménez.

El Pórtico en la actualidad

Hoy en día, en este único lugar de estética colonial y especial infraestructura sigue fungiendo como locación imprescindible para otras producciones televisivas, comerciales, fotografías, reportajes, programas, videos y premiaciones hechas en Colombia.

De hecho, tras Pasión de Gavilanes, estas construcciones han tenido otros nombres para un sinnúmero de proyectos como Pero sigo siendo el rey, La Tormenta, La ley del corazón, Narcos y El Zorro, entre muchas más, destaca el sitio web oficial del complejo.

Además, en sus instalaciones rústicas y rurales  se pueden celebrar todo tipo de eventos públicos y privados en sus amplios y diversos escenarios como bautizos, primeras comuniones, matrimonios, derbis, exposiciones, conciertos, shows.

Por otro lado, en la actualidad, Pasión de gavilanes está disponible en Netflix, por lo que el público puede volver a enamorarse con las extraordinarias historias de amor desarrolladas en sus mágicas locaciones que, aunque dentro de la ficción parecen estar un mar lejos una de la otra, la mayoría se agrupa en el idílico restaurante en la realidad.

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