Big Boy, el elefante del millón de dólares que pasó la mayor parte de su vida haciendo espectáculos en el circo fue rescatado del abandono por un grupo de activistas.
Este martes, fue trasladado de Guadalajara al zoológico de Culiacán para darle una mejor calidad de vida.
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“Yo vi a Big Boy que lo empezaban a anunciar vendedores de animales, como si estuvieran vendiendo un costal de naranjas, lo encontré en un grupo de whatsapp de vendedores, se me hizo muy duro ver que estaba a la venta un animal que ya no era funcional para los espectáculos, porque en México no están permitido los shows con animales”, adelantó el activista Arturo Islas Allende.
El paquidermo viaja por carretera más de 700 km de distancia, para llegar a su destino temporal en un recinto adaptado en el zoológico de Culiacán, donde tendrá que pasar una cuarentena de adaptación, revisión médica constante y valoración por parte de veterinarios especialistas en elefantes de la Asociación de zoológicos, criaderos y acuarios de la República mexicana (Azcarm).
Al mismo tiempo, ya se trabaja en la construcción del Santuario de Animales Ostok, alejado de la civilización, donde se pretende recibir a otras especies que han sido abandonadas, tras la ley que se dio en 2015 que prohibía a los circos tener a animales.
“Fueron más de 200 felinos, entre tigres y leones que se quedaron en el abandono, pero murieron la mitad por el mal estado que se encontraban”, agregó Ernesto Zazueta, presidente de la Azcarm.
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Arturo Islas Allende se ha convertido en un activista aguerrido e incómodo para muchos.
“Big Boy estuvo 5 años amarrado a una carpa, un animal de 4 toneladas que no podía moverse; al final, el único que pago las consecuencias de las acciones humanas fue el elefante. El elefante asiático está en peligro de extinción , pero merece vivir dignamente sus siguientes 40 años”.
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El paquidermo estuvo durante 30 años como parte del espectáculo del Circo de los Hermanos Fuentes Gasca, a los 13 año llegó proveniente de Asia.
Esta misión de rescatar al elefante está encabezada por el ex conductor de Survivor y activista Arturo Islas Allende, quien pasó meses buscando la forma de adquirir al Big Boy, tocando puertas y tratando de convencer a muchas personas, cuando de pronto conoció a Jorge Cueva, “Mr. Tempo», popularmente conocido como el “Michael Jordan” de los restaurantes, quien no dudó un segundo en sumarse a esta noble causa.
Película y documental de Big Boy
Arturo Islas Allende en colaboración con la productora Hollygold se encuentra filmando lo que será su próximo documental sobre Big Boy y su entrañable historia para llevarla al escenario internacional.
Al mismo tiempo se está trabajando en una película de ficción sobre la historia de Big Boy.
Esta sería la primer película de ficción como director de Arturo Islas Allende en sociedad de producción con Mr. Tempo y el reconocido productor de cine Elie Samaha, quien tiene en su haber más de 100 películas en la gran meca del cine.
Esta película estará inspirada en la exitosa cinta Liberen a Willy.
Al rescate de animales
Así como Big Boy tuvo una vida complicada, luego de aprobarse la ley que prohibía el uso de especies animales en circo, son más los que viven una historia similar.
«En el 2015, el Partido Verde Ecologista hace ley donde se prohíben los animales en los circos; sin embargo, no hicieron un balance de lo que iba a pasar con más de 6 mil animales que estaban a la deriva, porque al momento de limitar el trabajo de las familias circenses, muchos animales se quedaron en el abandono», señaló Ernesto Zazueta.
Agregó, “Big Boy está así porque nunca se previeron dónde iban a terminar los animales de los circos y los dejaron a la deriva”.
En el 2015, la prohibición de los animales en los circos dejó al 80% de ellos en la mortandad.
Han pasado más de cinco años y lamentablemente la historia de Big Boy no es la única y de los pocos animales que sobrevivieron a esta ley; tigres, leones y otras especies se mantienen en lugares reducidos sin las condiciones necesarias que garanticen su bienestar ya que los dueños no cuentan con los ingresos necesarios para brindarles mejores condiciones.
