«This is an exciting time for patients living with HIV.» Dorry Segev #HopkinsGivesHOPE pic.twitter.com/oAfVaSfhtK
— News from JHM (@HopkinsMedNews) 30 de marzo de 2016
Médicos del Hospital Johns Hopkins lograron con éxito el primer trasplante de hígado de una donante con VIH a otro paciente infectado con el virus. La mujer que al morir donó sus órganos en Estados Unidos también ayudó a otro paciente VIH positivo quien recibió el riñón, el primero en su tipo en ese país.
Dorry Segev, director del grupo de investigación de trasplante de órganos, cirugía y epidemiología del Hospital Johns Hopkins, destacó que este es el primer paso para evitar el desperdicio de más de 500 órganos de pacientes con VIH que ahora se “tiran a la basura”, pero podrían aliviar las complicaciones por infección de hepatitis C o daño renal que conlleva el uso de antirretrovirales en los enfermos con VIH.
“Es un día muy emocionante con el trasplante de un órgano con VIH pero es sólo el principio. Estamos en el proceso de enseñar a los centros de trasplante de todo el país los protocolos de seguridad y nuestra experiencia para dar a más pacientes la oportunidad de tener trasplantes”, dijo Segev, quien aseguró que cerca de 30 hospitales podrían realizar estas cirugías el próximo año en Estados Unidos.
Segev realizó un estudio en 2011 en el que demostró que 534 órganos de pacientes con VIH que morían se desperdician cada año, pudiendo ser una alternativa para otras personas. En la investigación publicada en la revista AM J Transplant detalla que cada año hay 63 riñones, 221 hígados y 250 multi donadores de órganos.
Las identidades de las dos personas beneficiadas no fueron reveladas por motivos éticos. Quien recibió el riñón fue un paciente con más de 30 años viviendo con VIH. El trasplante era necesario después de que las diálisis y la hipertensión complicaran aún más el daño renal que sufría. El paciente ya fue dado de alta del hospital, detalló Christine Durand, profesora asistente en medicina y oncología en el Hopkins.
El paciente a quien le fue trasplantado el hígado sufría complicaciones por una infección con hepatitis C y continúa hospitalizado, pero se espera que en las próximas semanas sea dado de alta “ya que el órgano está funcionando extremadamente bien”.
¿Riesgo a la salud?
Christine Durand explicó que con el trasplante ambos pacientes fueron expuestos a una segunda cepa del virus, pero ya están recibiendo los medicamentos que frenan el desarrollo del virus de acuerdo con el historial del donador. El objetivo es evitar patrones de resistencia a los fármacos por lo que serán monitoreados durante los siguientes meses.
“En múltiples estudios se ha demostrado que el ser pacientes con VIH no incrementa el riesgo de infecciones siempre que se elijan y monitoreen de forma adecuada”, dijo Durand.
Elmi Muller de la Universidad de Cape Town en Sudáfrica fue la pionera en el trasplante de riñones entre pacientes VIH positivos. En un estudio con 27 pacientes de 2008 a 2014 demostró que la tasa de rechazo del órgano al año era sólo de 8% y a los 3 años de 22%.
En otro estudio publicado en el The New England Journal of Medicine en 2010 encontraron que de 150 pacientes con VIH que recibieron un trasplante de riñón la tasa de sobreviviencia al año era de 94.6% y a los tres años de 88.2%. Sólo 11 pacientes murieron: tres por causas cardiaca; dos por sepsis e infección pulmonar; dos más por cáncer de riñón y dos más por causas desconocidas.
Con este primer trasplante de hígado en el mundo se empezará a investigar la expectativa de vida y conforme se replique se podría calcular la tasa de rechazo.
Trasplantes en vida
Segev detalló que ya trabajan en el protocolo de investigación para encontrar las características que tendría que cumplir un paciente VIH positivo para poder donar en vida alguno de sus órganos.
El objetivo es reducir el tiempo de espera para recibir un órgano, tanto de los pacientes con VIH, como los pacientes que no están infectados pero comparten la espera.
Morris Murray, paciente con VIH, contó en conferencia de prensa el calvario al que se sometió a dos trasplantes después que el primero fallara. Al complicarse su estado de salud los médicos determinaron que le quedaban de horas a días de vida y fue sólo así que su posición en la lista de espera se movió y recibió un segundo órgano.
“No hay mejor regalo que el de la vida. Soy una prueba viviente de que este equipo de doctores saben lo que hacen”, dijo Murray.