En esta época global, en que vivimos acelerados mundialmente y trabajamos “de gallo a grillo” ya sea por la cantidad de trabajo, las distintas actividades o bien por el tráfico que nos agobia cada mañana (donde quiera que estemos); corremos el riesgo de ser consumidos física, mental y emocionalmente a tal grado que nos haga sumarnos a las cifras del Síndrome de Burnout. ¿Has oído hablar de él?
El estrés laboral puede ser un factor base para el desarrollo del Síndrome de Burnout. Este tipo de estrés ocurre cuando aparece un proceso de acomodación psicológica entre el trabajador estresado y el trabajo estresante.
Podemos identificar en este proceso tres fases:
- Fase de estrés. Se da un desajuste entre las demandas laborales y los recursos del trabajador.
- Fase de agotamiento. Aparecen respuestas crónicas de preocupación, tensión, ansiedad y fatiga.
- Fase de agotamiento defensivo. Aparecen cambios nocivos en las conductas del trabajador.
