Odiados y amados así son los hermanos Palacios, mejor conocidos como “Los Pikolines”. Alejandro (portero) y Marco (defensa), ambos fueron debutados por el estratega Hugo Sánchez en el Clausura 2003 y se han mantenido desde esa fecha con los Pumas de la UNAM.
Pocos o escasos son los casos en que unos hermanos gemelos pueden jugar profesionalmente futbol, que sea en el mismo equipo y como titulares indiscutibles. Marco Antonio es conocido como “Pikolin I” y Alejando “Pikolin II”.
Pero los Palacios tiene una vida fuera de la cancha como cualquier persona. Alejandro, aparte de resguardar la guarida universitaria se título en enero de 2013 como Licenciado en Derecho por la Facultad de Derecho de la UNAM, carrera que le costó el doble de trabajo y de tiempo. En un futuro le gustaría ejercerla.
Marco intentó llevar el mismo ritmo de vida que su hermano, pero al final tuvo que desertar sus estudios de economía en la UAM Iztapalapa y mejor emprendió la carrera de entrenador.
El Pikolin defensa es un hombre casado y padre de una niña; Alex aun no toca esos temas, mejor prefiere disfrutar de su sobrina.
¿Cómo identificarlos? es fácil, Alejandro es más alegre y bromista, con mayores condiciones físicas por que es el portero; Marco es más reservado y formal, es más alto que su hermano, pero ambos son sumamente sencillos.
Desde niños siempre jugaron juntos al futbol, “Pikolin” fue un equipo infantil donde militaron y del cual jamás imaginaron que los inmortalizaría en la cancha, de ahí viene el mote que actualmente los diferencia del resto de los futbolistas.
Siempre se han defendido, sin importar si es contra un equipo rival o un interescuadras, ocurriera en alguna ocasión, cuando Alex en una jugada de contra golpe, el delantero Joaquín Botero se encontró de frente a él en un mano a mano y por un descuido se alargó el balón, el golpe entre ambos fue inevitable y los dos quedaron tendidos en el césped. Marco fue el primero en llegar a ellos y antes de observar que sucedía con su hermano se abalanzó contra el boliviano para recriminarle la entrada, y para sorpresa de todos lanzó un reto a golpes al terminar el entrenamiento al centro delantero. No pasó a mayores ya que el resto del equipo logro calmar los ánimos.
