Este solitario excusado ha sido apodadp, apropiadamente, como el baño más extremo del mundo. Se alza sobre un acantilado a 2,600 metros sobre el nivel del mar en las montañas de Altai, en Siberia.
El precario inodoro sirve para la estación meteorológica rusa en Kara-Tyurek, literalmente “Corazón Negro” en el idioma local, que comenzó a trabajar en 1939. Es un puesto en el que trabajan cinco hombres y este es su único baño.
Una vez al mes, un cartero recoge los datos meteorológicos y un helicóptero entrega sus suministros de comida y agua cada otoño.
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