Al grito de «vivos se los llevaron vivos los queremos» arrancó la marcha por el cuarto aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, en medio de un fuerte aguacero, para después de un poco más de una hora de camino culminar en el Zócalo de la Ciudad de México.
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Encabezada por familiares de los normalistas, el contingente contó hasta 43 en alusión a las víctimas, asimismo, demandó justicia en este caso.
Cuatro años después y el @gobmx @EPN @PGR_mx insiste en la #VerdadHistorica para justificar la desaparición de los #43 de #Ayotzinapa @senadomexicano @ONUDHmexico pic.twitter.com/PEf21obsAb
— Emilio Álvarez Icaza Longoria (@EmilioAlvarezI) September 26, 2018
Detrás de los familiares de los estudiantes desaparecidos caminaban alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), integrantes del Comité 68, organizaciones sindicales y sociales, campesinos de Acolman, Atenco, de los pueblos indígenas y población en general desfilaron frente al llamado «antimonumento de los 43», coreando, uno a uno, los nombres de los normalistas desaparecidos hace cuatro años en Iguala, Guerrero.
Bailarines y músicos no se cansaban de tocar y bailar a los ritmos de banda, son y huapango, mientras que las consignas se intercalaban entre «¡Damnificados unidos, serán reconstruidos!», a «¡Suba, que baja, Guerrero no se raja!».
Los nombres de los estudiantes de la Escuela Normal Rural «Isidro Burgos» de Ayotzinapa desaparecidos fueron coreados para que se grabaran en las mentes, para que no se olviden, con una demanda unánime: «¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!».
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La Universidad de Chapingo no podía faltar, con sus consignas de «¡Tierra y libertad!», en demanda de una agronomía al servicio del campesino.
La marcha por los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos llegó al Zócalo capitalino y con gritos de “Ayotzi vive, Ayotzi vive”, los participantes exigen justicia y condenan a quienes no cumplieron con su trabajo, así como por la falta de verdad.
Al llegar a la Plaza de la Constitución, los padres de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural «Isidro Burgos» subieron a un templete, cada uno con una fotografía de sus hijos plasmada en una lona, en reclamo por su desaparición hace cuatro años.
Estudiantes de la Federación Socialista, así como de la UNAM y de otras organizaciones como el Comité del 68, de damnificados por los sismos, además de campesinos y sindicatos, se reunieron en el Zócalo para escuchar los reclamos por la desaparición de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero.
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