Este año se registró un aforo de 10 millones 603 peregrinos en la Basílica de Guadalupe, según datos de Protección Civil, lo que representa un aumento de 149% en comparación con la cifra que se registró en 2015, que fue de cuatro millones 250 mil fieles.
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Hace 487 años, de acuerdo con la creencia católica, la Virgen se apareció por primera vez al indio Juan Diego, de ahí que cada 12 de diciembre, millones de feligreses se reúnan en el santuario ubicado en la alcaldía Gustavo A. Madero.
Peregrinos en aumento
De acuerdo con cifras de Protección Civil de la Ciudad de México, el número de peregrinos este año rompió récord y en años anteriores se registró un aforo menor:
- 2015: cuatro millones 250 mil fieles
- 2016: siete millones 115 mil 600 fieles
- 2017: siete millones 280 mil fieles
- 2018: diez millones 603 mil fieles
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Historia del culto prehispánico
De acuerdo con Gisela von Wobeser, investigadora emérita de la UNAM, la población mexicana es mucho más guadalupana que antes, y cada vez más.
La académica del Instituto de Investigaciones Históricas (IIH), señala que hoy en día, el culto a la virgen de Guadalupe es un elemento de cohesión social. Esta creencia existe aún en quienes no son católicos, y “tal vez haya más guadalupanos que practicantes de esa religión”, afirma.
La experta detalla que el culto se construyó con el tiempo, pues no hay ningún documento de la primera mitad del siglo XVI que hable de dicho fenómeno y fue hasta 1648 la primer referencia en la obra de Miguel Sánchez, denominada ‘Imagen de la Virgen María, madre de Dios de Guadalupe’.
A finales finales del siglo XVI, una pequeña ermita del cerro del Tepeyac consagrada a una pintura de la virgen María se había convertido en un santuario que atraía a numerosos devotos, indios y españoles.
La ermita, ubicada en la actual avenida Misterios, recibía a miles de peregrinos por lo que la la Arquidiócesis de México decidió levantar una iglesia más espaciosa. En 1622 se inauguró el recinto que hoy lleva el nombre de Capilla de Indios.
Las apariciones de la Virgen al indio Juan Diego, y la impresión de su imagen en la tilma eran vagas pero fue hasta la publicación de Miguel Sánchez, sacerdote novohispano, escritor y teólogo, cuando se generalizó la idea de las apariciones y el culto se expandió.
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