El semanario Desde la Fe dedicó su artículo editorial al fenómeno migratorio en el país, y refirió que aunque ha sido un fenómeno de todos los siglos y todos los rumbos, ignorarla sólo aleja a la población de la realidad y reprimirla nos vuelve inhumanos.
«Los acontecimientos que estamos viviendo en la cercanía de nuestras fronteras, son muestra de lo que también sucede en otras latitudes. Sin duda el migrante siempre genera problemas y retos, pero quien deja su patria también da origen a oportunidades y riquezas que trascienden la geopolítica. Hacer una historia de las migraciones es hacer historia del hombre en cualquier punto del planeta».
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Con el título de «Apuntar con el dedo vs. tender la mano», asegura que quien deja su lugar de origen jamás lo hace por gusto sino por un bien mayor, el conflicto local, el problema persistente, la persecución, la inseguridad, son factores que nos llevan a cruzar fronteras, son factores que nos llevan –también- a compartir la propia experiencia.
Con la alusión religiosa como la devoción a san Charbel, explica que los libaneses trajeron a México el conocimiento de su pueblo, así como la petición del Papa Francisco a la empatía con los migrantes
“Si no sientes compasión frente a una persona necesitada, si tu corazón no se conmueve, significa que algo anda mal. ¡Estemos atentos!. El migrante siempre necesita compasión», aseguró en un reciente discurso.
Y agregó «puede ser fácil señalar con un dedo a quienes dejan su lugar de origen, pero ¡qué difícil es abrir la mano completa para darle la bienvenida y después abrazarlo! Este camino sí es humano, este camino genera riqueza cultural, crecimiento social, crea puentes y supera abismos2.