En México alrededor de 600 mil personas viven con infección por el virus de Hepatitis C (VHC), pero sólo el 1% recibe tratamiento.
Esto, debido a que, de acuerdo con cifras del Gobierno, menos del 25% de las personas con VHC conocen su diagnóstico.
La infección por VHC rara vez se asocia con manifestaciones clínicas iniciales, como dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen, hinchazón abdominal, heces de color arcilla o pálidas, orina, turbia, fatiga y fiebre, entre otras.
Es así como, en más de 70 por ciento de los casos, se puede llegar a producir una infección crónica y complicaciones como cirrosis y cáncer de hígado.

Estas dos últimas enfermedades son el 98% de las enfermedades del hígado, que a su vez, son la cuarta causa de muerte en el país.
En el marco del Día Mundial contra la Hepatitis, el Gobierno de México lanzó el Programa Nacional de Eliminación de la Hepatitis C, cuyo objetivo es prevenir nuevas infecciones y reducir la carga de la enfermedad y mortalidad por VHC, así como las enfermedades asociadas.
El modelo se basa en las personas y sus comunidades, por lo que se enfoca en la concientizaciób sobre la enfermedad, medidas de prevención y control.
Además, tiene como objeto facilitar el acceso a pruebas de detección y diagnóstico confirmatorio, así como exámenes de laboratorio de las personas detectadas.
El programa también está compuesto por esquemas de tratamiento con medicamentos de acción directa que ofrecen curación de la infección por VHC en más de 95 por ciento de los casos.
Los tratamientos tienen una duración de entre 8 y 12 semanas.
Además, se contempla la utilización de medicamento de rescate, en caso de que falle el primer esquema de tratamiento y pruebas para corroborar la eliminación del VHC.
Lo más innovador es la creación de una plataforma de registro para dar seguimiento a quienes contraigan VHC.
“Por primera vez se cuenta con una plataforma de registro centrada en las personas para el Programa Nacional de Eliminación de la Hepatitis C, que permite dar un seguimiento integral a las personas, desde su tamizaje hasta su curación, sin importar si tiene o no seguridad social, facilitando así la vinculación a la atención y el seguimiento de cada persona”, señaló el Gobierno de México en un comunicado.
Con este programa se busca reducir la incidencia de nuevos casos en 90 por ciento y la mortalidad en un 65 por ciento para el año 2030.