A un mes de que sea oficial nuevo etiquetado en alimentos, industria se niega a vaciar anaqueles

La nueva norma de etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas (NOM 051) que advierte de contenido ultra procesado entrará en vigor este primero de octubre en México, aunque los anaqueles de supermercados y tiendas comerciales continúan al 100%.  

A un mes de que sea oficial esta ley en toda la República mexicana, empresas y corporativos se resisten a acatar esta medida tras argumentar que no se escucharon sus opiniones al respecto. Sólo en algunos productos se observa el nuevo etiquetado.

Consultas las investigaciones de Publimetro Dominical:

1.  Televisoras, universidades, ciudadanos y más se disputan la marca Covid-19

En tanto, estantes de las cadenas de supermercados lucen a tope con el etiquetado que dejará de ser usarse. Especialistas advierten una ola de recursos legales por parte de la industria alimentaria chatarra y que generaría que esta norma se postergue por varios meses más.

En un recorrido que realizó Publimetro por varios centros comerciales de la Ciudad de México se constató que la mayoría de los productos de diversas marcas en los anaqueles permanecen con el antigüo etiquetado.

Y aunque en algunos supermercados sobresalen algunos productos con las nuevas advertencias, la mayoría de mercancía de marcas de alimentos envasados se encuentran aún a la vista de la ciudadanía con su viejo empaque.  

De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), las cadenas comerciales tendrán hasta el 30 de noviembre para incluir las advertencias pertinentes en sus etiquetas.

El nuevo etiquetado frontal que advierte sobre el exceso de grasas, calorías y azúcares en las bebidas y los alimentos es ‘de los mejores del mundo’”, reconoció el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés).

Mientras que en esta semana a través de un Punto de Acuerdo presentado a la Comisión Permanente, la coordinadora del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo, Geovanna Bañuelos, exigió a las autoridades garantizar la entrada en vigor del etiquetado frontal de productos.

Investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) hicieron un modelo del impacto del etiquetado frontal de advertencia sobre las tasas de obesidad y los costos relacionados en un periodo de cinco años, y publicaron los resultados en la revista PLOS Medicine en julio de 2020.

Este estudio revela que esta nueva dinámica de sellos de advertencia podría prevenir 1.3 millones de nuevos casos de obesidad y ahorrar 1.8 mil millones de dólares en costos de atención médica durante cinco años.

El modelo estimó los cambios en el peso corporal en función de las reducciones estimadas en la ingesta de calorías debido a las etiquetas de advertencia y para determinar el ahorro de costos resultantes.

En respuesta, la industria de alimentos y bebidas ha intentado bloquear, retrasar y diluir la implementación de etiquetados frontales de advertencia en varios países de la región de América Latina, incluyendo México.

Durante el foro “Amenazas sin sustento de la industria de ‘comida chatarra’” contra el etiquetado frontal de advertencia relacionadas a acuerdos internacionales”, expertos internacionales y nacionales en materia legal expusieron las  limitaciones de estas estrategias de la industria y sostienen que México no debe sentirse presionado por estos argumentos que carecen de fundamento.

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   litros de refresco consume al año un mexicano en promedio, de acuerdo con datos de la Universidad de Yale.

LAS CLAVES

1.  Se proyecta que el etiquetado frontal de advertencia reduzca el consumo de calorías por persona en México en 37 calorías/día. Esto incluye 23 calorías/día por consumo reducido de bebidas y 14 calorías/día por consumo reducido de refrigerios.
2.  1.3 millones de casos de obesidad podrían evitarse en los cinco años posteriores a la implementación del etiquetado frontal de advertencia en México, lo que representa una reducción de 14.7% en la prevalencia de obesidad.
3.  El etiquetado frontal de advertencia también puede ahorrarle a México aproximadamente 1.8 mil millones de dólares en costos relacionados con la obesidad en un periodo de cinco años.

Así lo dijo:

1.  Katia García, coordinadora del Área de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor.

¿Es necesario este etiquetado para combatir problemas como la obesidad?

—Esto es siguiendo las recomendaciones de otros países, de evidencia científica que ayudaría a tomar mejores decisiones para alimentarnos. Se logró esta aplicación y era muy necesario porque el acceso a productos que tienen un exceso de grasas y azucares era invasivo.

Entre ellos el refresco que contiene azucares añadidos y, que a la postre, desarrollan enfermedades como diabetes, complicaciones médicas. 7 de cada diez adultos consume refresco.

La industria de comida chatarra se resiste a este cambio ¿a qué se debe?

—Quien diga que no hubo los suficientes foros es mentira, estuvo la academia, la sociedad civil, las autoridades y hasta especialistas; ha sido un proceso de años y sobre todo en esta nueva administración. Todos los actores participamos para la modificación de la NOM 051.

Hubo total apertura para que se vertieran los comentarios, también existe la suficiente evidencia científica para constatar los daños que provocan las bebidas azucaradas. Esto se está mejorando para evitar un mayor problema de salud pública.  Los resultados del etiquetado podrían evitar 1.3 millones de casos de obesidad, ha habido una serie de estudios que refieren que el etiquetado de advertencia es el mejor.

¿Desaparecieron las imágenes de las marcas?
—Va a pasar, es parte de la modificación de la ley, la primera etapa entra en vigor en octubre, algunas empresas tienen de límite esta fecha para poner este sello octagonal. Los criterios nutrimentales son un poco más permisivos, para que los corporativos puedan ir familiarizándose.

A partir de marzo del siguiente año los elementos atractivos que tienen muchas marcas, si tiene sello no podrá tener este tipo de imágenes, como sucede con los cereales.
La tercera etapa sigue estas mismas recomendaciones, pero los sellos son mucho más estrictos.