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Principal alumno del sensei Nobuyoshi Murata, padre del karate en México, el profesor Germán Mendoza lleva 43 años en la práctica de esta disciplina y es, junto con el profesor Alberto Hidalgo, uno de los únicos mexicanos en portar el grado de cinta negra séptimo dan.
En 2004 se convirtió en uno de los primeros extranjeros que dieron una demostración de artes marciales en el Palacio Imperial de Japón. El shihan Mendoza es, a sus 57 años, una figura y habló con Publimetro sobre su gran trayectoria.
¿Qué ha significado la práctica de esta disciplina?
– Es algo que he hecho toda la vida. Empecé muy joven, a los 14 años, y la verdad me he entregado muchas satisfacciones, principalmente la salud, además de conocer una disciplina nueva hace 40 años en nuestro país. También conocí el mundo de las artes marciales a nivel mundial, y la posibilidad de transmitir esto ya a varios miles de personas en México, que han sido mis alumnos durante mi enseñanza y aprendizaje.
¿Cómo ha sido la evolución del karate en México?
– Actualmente existen muchos estilos de artes marciales, no puedo hablar de todas, pero dentro de los estilos japoneses de karate do, se practican dos de los cuatro estilos oficiales, el shito-ryu, que es el que hago yo, y el shotokan, el desarrollo ha sido tremendo. Me atrevo a pensar que a la par de Japón.
¿Cómo está el nivel del karate mexicano?
– Hay gente muy buena. Siempre la ha habido, yo competí a nivel internacional; y en el desarrollo de las competencias, nuestro país siempre ha sido destacado, aunque Japón siempre ha sido el mejor.
El karate do es la parte competitiva, pero yo siempre me dediqué al karate tradicional, donde se buscan los valores, la cultura, el respeto a todas las artes marciales. La parte competitiva es muy buena, pero es apenas una pequeña parte de esta disciplina.
¿Cuál ha sido su más grande enseñanza?
– Yo tuve el honor de aprender del maestro Nobuyoshi Murata. Estuve pegado con él 30 años, en los que tuve oportunidad de visitar a los principales maestros, aprendí el karate tradicional, me dieron la licencia para ser maestro. A mí me catalogan como sustituto del profesor, porque me enseñó lo mismo que él, pero lo mejor que me dejó es disfrutar de la vida por medio del karate do.
Usted visitó el Palacio Imperial en Japón…
– Así es. Asistimos un grupo de 25 personas. Nos acompañó mi maestro, el profesor Nobuyoshi Murata, quien fue el fundador y padre del karate en México. De hecho, nos convertimos en los primeros extranjeros que dieron una demostración de karate en el Palacio Imperial.