¿Has comido un pan dulce y luego otro y quizá otro?, o ¿te sientes intranquilo si sabes que hay donas o galletas en casa, hasta que pruebas una? Tal vez no es tu caso, pero sí el de aproximadamente 90% de los pacientes que se proponen perder peso y que, sin saberlo, son adictos a los carbohidratos.
Satisfacer el antojito de pan, chocolate, galletas o helados genera un “pico de insulina que a su vez libera dopamina, la hormona del placer y la adicción. El problema será que a las dos horas (o cuatro horas), en promedio, volverá el hambre y si repites el proceso, tu cerebro pedirá más cantidad para satisfacer el placer original, el cual no se vuelve a alcanzar”, explicó Paola Carvallo, directora médica de la Clínica de Nutrición y Sobrepeso NEMI.
En el consultorio médico y terapéutico, se observa que la adicción a los carbohidratos está presente entre los pacientes de 12 a 40 años de edad, con una ligera prevalencia en las mujeres. La situación no es exclusiva de la metrópoli o el país, en Estados Unidos también se observa y se conoce como food cravings (antojos de alimentos).
Alejandra González, psicóloga especializada en reducción de peso y control de ansiedad, comparó la adicción a los carbohidratos simples, como harinas refinadas y azúcar, a la del alcohol. “En principio sí es igual, pero es más difícil, porque no puedes dejar de comer y esta requiere de mayor fortaleza interna”.
En una entrevista por separado, José Antonio Leyva Islas, jefe del departamento de Apoyo Metabólico Nutricio del Hospital del ISSSTE Adolfo López Mateos, comentó que la adicción a los carbohidratos es muy común entre las personas estreseadas, toda vez que en ese estado se consume la serotonina, la cual proporciona felicidad.
“El organismo busca sustituirla (la serotonina) con hidratos de carbono simples. Mejora la satisfacción, pero le dura cuatro horas y los vuelve a buscar y el resultado final es que tenderá a subir de peso”, explicó el especialista.
Consumir carbohidratos constituye un festival de placer por la liberación de dopamina, mediante estímulos electroquímicos, sin embargo, no controlarlo se vuelve un círculo vicioso, alertaron.
Psiquiatra Arturo Castro
¿Y los niños?
Si a los niños se les estimula a comer muchos dulces con el paso de los años van a generar una adicción a los carbohidratos, porque necesitarán de la dopamina que éstos les libera, afirmó el psiquiatra Arturo Castro.
“La dopamina está íntimamente relacionada con varios procesos de la mente como el placer, la memoria, la atención la resolución de problemas y el sistema de recompensa y es en este último donde entra el problema de las adicciones.
“La gente busca cómo reforzar el placer a través de las adicciones a la nicotina, el café, las drogas o los carbohidratos como la comida chatarra”, precisó.
¿Qué hacer?
Tips de los especialistas para contrarrestar la adicción a los carbohidratos como el pan.
• Cambia de dopamina. El placer que necesita tu cerebro lo puedes encontrar en el ejercicio, al escuchar música o con el afecto.
• Distráete. Antes de sucumbir ante tus antojos, opta por cambiar de pensamiento e, incluso, realizar otras actividades como una lista de tus tareas pendientes.
• Analiza tus emociones. En ocasiones no se come por hambre, sino porque hay un sentimiento latente como ansiedad o tristeza.
• Diagnóstico. Si consientes frecuentemente tus antojos, busca ayuda o un tratamiento multidisciplinario, plantearon expertas de la clínica Nemi, la cual promueve una dieta de aporte proteico.
