Mi ‘enana’ es mi inspiración: ‘La Barbie’ Juárez
La campeona mundial aseguró que convertirse en madre la hizo más dedicada y profesional en su carrera boxística.
Ha probado en más de una ocasión las mieles del triunfo. Sin embargo, ni el más valioso cinturón tendrá el mismo valor que el título que recibió hace siete años.
Mariana Juárez le ha aplicado el ‘cloroformo’ a los obstáculos y retos desde que se convirtió en madre. Para la Barbie la llegada de Natasha no sólo cambió su vida, sino que la mejoró en todo aspecto, todo sin el apoyo de una figura paterna.
“Mi enana es mi batería y me da energía para cumplir con mis actividades”, compartió la campeona mundial a Publisport.
“Más que agotador, es algo motivacional. El estar en este deporte y el tener el tiempo para convivir con mi vida quizá es fuerte, pero lo hago con muchas ganas”, agregó.
¿Qué hiciste para poder compaginar el ser madre con tu carrera?
— Ahorita es más fácil porque ella va a la escuela. Antes, cuando salía a correr, mi mamá se quedaba con ella en el carro. Aunque ahora tengo que salir a correr antes, regresar, levantarla, cambiarla y llevarla a la escuela. Luego descanso un rato y me voy a entrenar. Cuando termino prácticamente ella sale de la escuela y paso a recogerla.
¿Pensaste que ya no volverías a boxear cuando supiste que estabas embarazada?
— Se puede decir que sí me retiré para poder ser mamá. Tenía 26 años y tenía muchas ganas de ser mamá. Me retiré por esa razón, pero me di cuenta que podía hacer las dos cosas. Cuando Natasha tenía tres meses estaba regresando al cuadrilátero en una pelea de título mundial.
Antes decían que un hijo no te dejaría seguir cumpliendo tus sueños como deportista, pero en mi caso fue diferente. Mi hija me dio esa energía y hambre de querer hacer más, el querer ser un ejemplo para ella. A lado de mi enana he podido ser Campeona nacional e internacional y sigo buscando ganar más títulos en este deporte.
Podemos decir ganaste el cinturón más importante en tu vida…
— ¡Claro! Es mi título más importante. Todo se mueve alrededor de ella y estoy agradecida con Dios por darme la bendición de ser madre y vivir este sentimiento cada que la tengo entre los brazos. Fue un título que Dios me dio y no se compara con nada.
¿Te consideras una mamá ejemplar?
— (Pequeño silencio) No nací sabiendo ser mamá… vamos todas aprendiendo, pero buscamos dar lo mejor que podamos. Además, está todo lo que me enseñó mi mamá. Lo que sí creo es que mi hija sabe que tiene una mamá que la ama. Soy mamá soltera y conmigo no necesita el papá. He sido las dos cosas y está contenta. Veo que no le afecta que sus primos sí tienen a su papá y mamá y mi hija no se queja diciendo “¿por qué yo no tengo uno?”. Al contrario, la veo contenta sin ningún reclamo sobre eso.
¿Qué podrías decirle a todas aquellas mamás que hacen doble papel?
— Un hijo es el mayor regalo que te puede dar Dios y el cuidarlo y echarle todas las ganas por darle un mejor futuro. La vida no es fácil, pero a lado de nosotras, las cosas pueden ser más sencillas para ellos.
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