El presidente Enrique Peña Nieto nombró ayer a Virgilio Andrade como secretario de la Función Pública, y su primera tarea es investigar si el propio mandatario federal, su esposa Angélica Rivera y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, incurrieron en algún conflicto de interés en la compra de sus residencias.
Sin embargo, los cuestionamientos sobre la imparcialidad de su trabajo comenzaron a surgir, pues legisladores de oposición aseguran que el hecho de que un funcionario tenga que investigar a su propio jefe, ya representa por sí mismo un conflicto de intereses.
“Todo esto se presta a una simulación; Andrade tenía un cargo en el Gobierno federal y por lo tanto tiene una cercanía con los inculpados”, manifestó el diputado federal del Partido Acción Nacional (PAN), Fernando Rodríguez Doval.
Por ello indicó que su partido insistirá para que se avance en el nombramiento del titular de la Fiscalía Anticorrupción, pues al ser designado por el Senado de la República se busca que realice un trabajo imparcial.
A través de un mensaje a los medios, Peña Nieto explicó que un panel de expertos en materia de transparencia evaluará la investigación que realice la SFP y las conclusiones que se emitan sobre el caso.
“He solicitado a la Secretaría de la Función Pública que investigue y resuelva si hubo o no conflicto de interés en las obras públicas o contratos otorgados por dependencias federales a las empresas que celebraron compraventas de inmuebles con mi esposa, con el titular de Hacienda y con un servidor”, informó el mandatario.
Peña Nieto insistió en que no ha cometido ninguna ilegalidad, pero reconoció que en la opinión pública existe una “percepción distinta” en torno a la compra de la denominada Casa Blanca, por ello pidió al nuevo secretario de la Función Pública realizar las investigaciones correspondientes.
Asimismo informó que dio instrucciones a Andrade para reforzar los procesos de control, fiscalización y auditoría del Gobierno federal, así como vigilar que los servidores se apeguen a “la ley y la ética”.
Para el dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Carlos Navarrete, el nombramiento de Virgilio Andrade es una decisión tardía.
“El tema es delicado y Andrade tiene que comprender que si falla en esta responsabilidad, habrá tenido el mayor fracaso político de su vida y por lo tanto tiene que actuar con rectitud y transparencia”, expresó.
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