Noticias

El mito de Letizia Ortiz en Guadalajara y su cuento de princesas

Ya son casi 20 años los que han pasado, y el mito de Letizia Ortiz en Guadalajara pareciera parte de un cuento de princesas. La ahora reina de España vivió en Guadalajara, pero pocos recuerdan su paso por estas tierras. Amores fallidos, aventuras de viaje, amigos cortados y trabajos truncados es lo queda de aquella joven de 24 años que vivió algunas malas experiencias, y que -al parecer- tuvo un final feliz.

Etapa de formación

Letizia Ortiz Rocasolano vivió en Guadalajara alrededor de seis meses. Fue en el año 1996 cuando desembarcó en la ciudad para continuar sus estudios de periodismo y trabajar en el diario Siglo 21, hoy desaparecido. Como cualquier joven de 24 años que sale de su país a prepararse, Letizia practicó su profesión e ingresó a un periódico que revolucionó el periodismo en su momento. Aunque no entró como una reportera de alguna fuente política o de noticias internacionales, tuvo que aceptar el trabajo en el suplemento semanal Tentaciones, y le tocó hacer reseñas de restaurantes, conciertos, teatro y entrevistas de celebridades. Como estudiante y extranjera viajaba en camiones y tren ligero, mientras estudiaba su maestría en Ciencias Sociales con especialización en Comunicación.

Rebelde con causa

Durante su estancia en la ciudad, algunos amigos y personas cercanas revelaron que Letizia Ortiz era una mujer con inteligencia aguda, entusiasta, nada convencional, y un temperamento fuerte; incluso que su franqueza le traía problemas con algunas personas que la consideraban incluso agresiva. La española evitaba que le pagaran las bebidas o comidas, o prenderle el cigarro o abrirle la puerta, ya que lo consideraba una ofensa.

Atrajo la mirada de Maná

Entre las personalidades que conoció durante su trabajo en el suplemento semanal, fue a Maná y al pintor cubano Waldo Saavedra, quien la tomó como su musa para algunos trabajos. En un cuadro, realizado en el año 2000, Letizia aparece con una larga falda de manta entreabierta ceñida con un paño rojo y el torso, completamente desnudo de tres cuartos de perfil y la cara mirando hacia el frente, con avión de papel en la mano. Su figura, en el centro, aparece rodeada de un carrusel con los detalles de la Tauromaquia de Goya.

No es la primera ocasión en la que el pintor cubano muestra alguna de las obras con la que fuera su musa. Además de utilizar la imagen de Letizia Ortiz en la ilustración de unos poemas, el rostro de la Princesa de Asturias aparece en la ilustración de del disco Sueños líquidos de Maná.

El pintor señaló que lo único de Letizia en el el cuadro es su rostro, pues el cuerpo desnudo pertenecía a otra mujer.

“Maná se encontraba de promoción, y nos tocó que nos entrevistara Letizia Ortiz, que era una periodista difícil de tratar. Su rostro era duro y de pocas sonrisas. Llegó con algunas anotaciones en su libreta, y con un breve saludo comenzó el cuestionario. Se veía que no sabía mucho de la banda, pero si algo demostró es tener mucha seguridad. Como periodista era dura. Fher (cantante) no le permitió que fumara durante la charla, así que le hizo apagar el cigarrillo y ella se molestó. Obviamente su actitud cambió porque de alguna manera, eso de las prohibiciones no era lo suyo. Al final del concierto le gustó la banda y hasta unos tequilas se tomó con nosotros”, comentó Sergio, quien agregó que Fher Olvera se quedó con el cuadro original de Letizia Ortiz.

Lugares favoritos

Durante su paso por Guadalajara, la reina española tenía varios lugares a los cuales recurría continuamente: acudía a bailar salsa en el Casino Veracruz, gustaba de comer en un restaurante tradicional llamado Las hermanas Coraje y pasaba gran parte del día en las instalaciones del desaparecido periódico Siglo 21. También tuvo que trabajar horas extras como edecán de una compañía de cigarros que vendía en el centro comercial Plaza del Sol.

DV Player placeholder

Tags


Lo Último