El pasado 11 de julio, una noticia conmocionó a México ya entrada la noche y cerca de las primeras horas del día 12: Joaquín Guzmán Loera, el famoso “Chapo” Guzmán, se había escapado del penal de máxima seguridad del Altiplano sólo un año y cinco meses después de haber sido reprendido por las fuerzas federales en Mazatlán, Sinaloa.
Desde entonces, el gobierno mexicano y las fuerzas de la Marina se han dedicado a seguirle el rastro al narcotraficante más famoso del mundo que, a diferencia de su primera fuga del penal de Puente Grande en 2001, dejó muchas pistas tras su huída este 2015.
Gracias a estos indicios, encontrados desde la celda que ocupó en el Altiplano, hasta el túnel de 1.5 kilómetros de longitud que usó para escapar, se ha podido determinar su ruta de escape y su posible paradero. Incluso, las fuerzas federales aseguran que ya en varias ocasiones han estado a punto de capturarlo.
Gracias a una planta de electricidad y a dos motocicletas abandonadas en el túnel de escape, se dio con varios de sus cómplices, mientras que un mono, que es mascota de sus hijas, ayudó a que su cuñado, Édgar Coronel Aispuro, fuera capturado.
La última pista que el capo del Cartel de Sinaloa dejó fue una lujosa ofrenda floral en uno de los panteones más famosos de Culiacán, “Jardines del Humaya”, en donde están enterrados varios señores de la droga, y mientras la policía y las fuerzas federales siguen buscándolo, el “Chapo” sigue burlándolos y moviéndose a sus anchas por suelo sinaloense.
En la galería de fotos podrán conocer 7 pistas que ha dejado el “Chapo” desde su escape del penal de máxima seguridad del Altiplano el pasado mes de julio.
