En el Senado de la República ya quedó la repartición de legisladores que se convertirán en asambleístas de la Ciudad de México rumbo a la redacción de la nueva Constitución. En las próximas horas los partidos deberán dar a conocer los nombres de los postulados, pero los números ya quedaron. Al PRI le tocan seis espacios, al PAN cuatro, al PRD dos, al PVEM uno y al PT otro más.
La ex candidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, anda muy activa promoviendo el voto de los abanderados panistas, pero también de los perredistas y de los ex priistas. Vázquez Mota anduvo en Aguascalientes apoyando a Martín Orozco y nos dicen que pronto andará en Quintana Roo apoyando al ex priista Carlos Joaquín González, quien es el candidato perredista y blanquiazul de aquella entidad del Caribe mexicano. Doña Josefina se ha convertido en un activo pues, nos dicen, comparte consejos sobre qué no hacer en una campaña y ofrece discursos de conciliación que caen bien en tiempos de pelea electoral.
Por cierto, quien dio la noticia no fue el panismo, sino el coordinador del PRI en el Senado, Emilio Gamboa. Resulta que los senadores del PAN ya se “quebraron” y ya no irán unidos, como ellos mismos lo aseguraron, en la discusión de las leyes secundarias anticorrupción, pero quien informó esta noticia fue un priista y no los propios legisladores blanquiazules, que a decir de los perredistas son “conductas cotidianas” de sus compañeros azules, es decir, que los acusan de moverse con la ola política.
En la delegación Benito Juárez, el panista Christian VonRoherich tiene encima ya muchas denuncias por incremento en la inseguridad en varias colonias. Además, policías sectoriales han detectado la presencia de al menos una banda de ciudadanos colombianos que habrían cambiado su área de operaciones del poniente al sur de la capital y que se dedican a saquear casas y departamentos, aprovechando el boom inmobiliario que hay en la demarcación. Aunque el tema de inseguridad es del Gobierno de la ciudad de México, los costos los paga el delegado que ahora mismo busca implementar una estrategia de comunicación mucho más cercana con sus vecinos para que no se salga de la mano la percepción de inseguridad.
