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Demócratas piden mayor control de armas con “sentada” en el Congreso

Varios congresistas se “rebelaron” en el Congreso estadounidense negándose a trabajar para exigir un mayor control de armas


Varios demócratas mantuvieron el jueves una llamativa sentada en la Cámara de Representantes de Estados Unidos iniciada el día anterior, interrumpiendo el funcionamiento del Congreso con exigencias sobre el control de armas en una escena de rebeldía que podía seguirse en vivo desde todo el mundo. Los republicanos tacharon la iniciativa de maniobra publicitaria antes de levantar la sesión hasta después del 4 de Julio.

Incluso después de que se levantara la sesión en torno a las 3:15 a.m. EDT del jueves, y los republicanos abandonaran la sala, los demócratas se quedaron en el patio de la cámara coreando «¡si no hay proyecto de ley, no hay descanso!» y agitando papeles con los nombres de víctimas de armas de fuego. La congresista Maxine Waters, dijo estar dispuesta a quedarse «hasta que se congele el infierno».

Poco a poco, la protesta perdió fuelle, aunque un grupo se quedó en el lugar, algunos envueltos en mantas o descansando sobre almohadas. Mientras una multitud los vitoreaba desde fuera del Capitolio y muchos más seguían los acontecimientos a través de medios sociales, los demócratas declararon haber triunfado al escenificar la lucha a favor de que se tomen medidas para detener la violencia de armas.

«Sólo porque ataquen y huyan en la oscuridad de la noche, sólo porque se hayan marchado, no significa que vayamos a aceptar un ‘no’ por respuesta», indicó la líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

«No pararemos hasta que el trabajo esté hecho», dijo de madrugada la californiana a sus colegas demócratas acampados en el patio de la sala, afirmando que el partido había cambiado «la dinámica de lo que ocurre» en relación con las armas.

El líder demócrata en el Senado, Steny Hoyer, de Maryland, dijo que el público no debería estar contento con una mayoría republicana que cierra la sesión de la Cámara e ignora «los asuntos por terminar del pueblo americano».

Los republicanos se resisten con fiereza a la presión demócrata y afirman que sus colegas no han conseguido nada más que alterar el funcionamiento de la Cámara de Representantes para anotar puntos políticos.

«Su maniobra de relaciones públicas no puede impedir que hagamos nuestro trabajo con dignidad, para eso es para lo que estamos aquí», dijo el representante de North Dakota Kevin Cramer. Como otros republicanos, restó importancia a la posibilidad de un castigo político por la maniobra demócrata, que ha recibido la aprobación de la Casa Blanca y de celebridades como Kim Kardashian.

«No tengo objeción a que hagan el ridículo en televisión, en North Dakota me viene muy bien», comentó Cramer.

Los republicanos aprovecharon su mayoría en la cámara para aprobar una ley partisana sobre financiación para la lucha contra el zika sin tiempo a debatirlo, rechazando las objeciones demócratas y a continuación suspendiendo la sesión hasta el mes que viene, mientras los demócratas exclamaban «¡Vergonzoso! ¡Vergonzoso! ¡Vergonzoso!».

La impactante e insubordinada escena fue transmitida en vivo al mundo desde los celulares de demócratas a través de la red C-SPAN, algo sin precedentes, después de que los republicanos apagaran las cámaras de la cadena.

Antes de levantar la sesión, los líderes republicanos recordaron a sus colegas que los representantes comunes tienen prohibido el uso de dispositivos electrónicos para mostrar grabaciones de video o sonido de la sala o tomar fotografías en la cámara.

Los demócratas incumplieron abiertamente esas normas en la sentada, difundiendo videos de la protesta por plataformas como Periscope o Facebook, y muchos tuitearon imágenes de sí mismos en el lugar.

El presidente de la Cámara, Paul Ryan, dijo que las leyes que piden los demócratas para ampliar las comprobaciones de historial en la compra de armas y para evitar que las personas en listas negras de vuelo puedan adquirir armas de fuego, arrebatarían derechos constitucionales a los ciudadanos y les despojarían de un proceso adecuado para hacerlo. La semana pasada, señaló, se rechazó una medida similar en el Senado.

La protesta comenzó en torno a las 11:30 de la mañana, interrumpida brevemente cuando el representante republicano por Texas Ted Poe intentó iniciar las tareas de la sala a mediodía. Se celebraron la plegaria habitual y el juramento a la bandera, pero Poe se vio obligado a declarar un receso cuando docenas de demócratas se negaron a abandonar el patio de la sala.

Al caer la noche, 168 demócratas —de los 188 representantes— y 34 demócratas del Senado se sumaron a la protesta, según la oficina del líder de la minoría en la Cámara de Representantes. Uno detrás de otro, hablaron sobre la necesidad del control de armas y hablaron sobre miembros de sus circunscripciones que murieron por disparos de armas de fuego.

La representante Debbie Dingell de Michigan, casada con el exrepresentante John Dingell, veterano defensor de la Asociación Nacional del Rifle, recibió un aplauso atronador y una ovación en pie tras hablar de su experiencia personal sobre su infancia en una casa con violencia de armas.

Por los escaños se veían carteles de «Desarmen al odio». Varios visitantes pasaron por las galerías. Cientos de defensores del control de armas se reunieron ante el Capitolio y vitoreaban cuando los demócratas los mencionaban.

La sentada, en la que el representante de Georgia John Lewis tuvo un papel importante, recordaba a una protesta de la década de 1960, con algunos legisladores sentados en el suelo y otros en sus asientos.

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