Más de 14 mil presos que se encuentran en los reclusorios de la Ciudad de México estudian, esto como parte de su reinserción social.
Esta número significa casi el 60% de la población total que se encuentra en algunos de los centros penitenciarios de la capital del país.
Durante la entrega de reconocimientos a maestros que prestan servicios en los centros escolares dentro de los reclusorios, el subsecretario del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México, Hazael Ruiz Ortega, destacó que en las cárceles de la Ciudad de México hay 25 mil 712 presos.
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De ellas, 14 mil 775 cursan estudios de algún nivel, desde alfabetización hasta licenciatura, lo que significa 57.5% del total de quienes se encuentran privados de su libertad.
Un comunicado de la Secretaría de Gobierno capitalina señala que el funcionario hizo un reconocimiento a los maestros que prestan un servicio invaluable dentro de la institución, ya que ayudan a quienes se encuentran privados de su libertad, a prepararse para sus exámenes en todos los niveles de educación, desde la alfabetización hasta la licenciatura.
Destacada labor
Durante la entrega de reconocimientos en la explanada del Centro Escolar “Francisco I. Madero” del Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, destacó la labor de los asesores que realizan sus actividades en espacios alternos, ya que desde septiembre de 2017 el edifico del Centro Escolar resultó dañado por el temblor de ese mismo año.
Ruiz Ortega recordó que la educación es uno de los ejes fundamentales para el proceso de reinserción social. De hecho, en el Reclusorio Oriente, se encuentran inscritas tres mil 869 personas realizando estudios formales, lo que representa 45% del total de los internos.
Además del reconocimiento a los maestros, durante el evento se entregaron 94 constancias y certificados por parte del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), a quienes concluyeron diversas etapas de educación formal.
Entre ellas, se entregaron ocho constancias de alfabetización, 31 certificados de primaria y 54 certificados de secundaria, para quienes decidieron continuar con su educación formal, a pesar de encontrarse privados de su libertad.