Carlos Romero Deschamps se encuentra preparando su salida como secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (SPTRM).
Tras 26 años como líder gremial, ha informado al gobierno federal de la preparación de su inminente relevo, reportó Reforma, y afirmó que la administración de Andrés Manuel López Obrador no intervendrá en la designación de un sucesor.
Fuentes citadas por el diario señalan que Romero Deschamps analiza dejar anticipadamente el liderazgo del sindicato petrolero, pues en diciembre de 2017 fue reelecto para cumplir con otro periodo que culminaría en 2024.
Con la actual administración, el ex senador priista no ha mantenido una buena relación; en marzo pasado Romero Deschamps no fue convocado a la ceremonia por el 81 aniversario de la Expropiación Petrolera. Tampoco participó en la comida oficial de líderes sindicales con el presidente por el Día del Trabajo en Palacio Nacional.
En julio, Romero Deschamps presenció la detención de su abogado Juan Collado mientras comían e un restaurante en Lomas y, de concretarse su dimisión, sería otro de los asistentes a la boda de la hija de su defensa que cae en desgracia, según Reforma.
Ello, luego de que Juan Collado, Rosario Robles, ex secretaria de Sedesol y Sedatu, y el ex ministro Eduardo Medina Mora enfrentan acusaciones en su contra, los dos primeros desde prisión.
El líder de los petroleros llegó al sindicato en 1993 luego de que Sebastián Guzmán cumplió su corto liderazgo tras la salida en enero de 1989 de Joaquín Hernández, La Quina.
El mayor escándalo público al que se enfrento Romero Deschamps fue el llamado “Pemexgate”, una acusación de la administración de Vicente Gox por el desvío de mil 100 millones de pesos desde el sindicato petrolero a la campaña del candidato del PRI, Francisco Labastida Ochoa en las elecciones de 2000, pero no fue castigado.