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El Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) alertó que El Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) y el Fondo para la Prevención de Desastres Naturales (FOPREDEN) no deben desaparecer, ya que son clave para el desarrollo de proyectos que permiten a México avances en materia de protección civil.
Los recursos económicos de esos fondos son usados para prevenir y mitigar daños, además de atender a la población en caso de desastres, “por lo que su desaparición dejaría al pueblo de México indefenso ante sismos, actividad volcánica, huracanes y deslaves, entre otros fenómenos naturales”, expuso el Instituto.
Actualmente no se podría concebir al Sistema Nacional de Protección Civil sin la Red Sismológica Nacional, y sin la Red de Monitoreo Volcánico; ambas redes han recibido apoyo económico del FOPREDEN.
Incluso del fondo para desastres naturales se obtienen recursos que permiten la recuperación de la población, así como de la vida económica y social de las regiones afectadas, por lo que su desaparición colocaría a México en las condiciones imperantes en 1982 y 1985, es decir, un retroceso de treinta y cinco años.
“En 1982 la erupción del volcán Chichonal cobró la vida de más de dos mil personas, en 1985 los sismos de septiembre provocaron la muerte de entre tres mil y 20 mil mexicanos. La pérdida de vidas humanas en el sismo de 2017 fue menor a 500. En ninguno de los dos primeros casos existía el Sistema Nacional de Protección Civil, en 2017 sí y la diferencia mayor es la protección civil”.
Además, los investigadores del Instituto de Geofísica, con los recursos del FOPREDEN han podido desarrollar los mapas de peligros volcánicos para prevenir desastres y la red de monitoreo volcánico, los cuales son reconocidos internacionalmente.
