Un residente del municipio de San Pedro Garza García, Nuevo León, grabó un intento de fraude telefónico, también conocido como Phishing, en el que dos mujeres, haciéndose pasar por empleadas de un banco, trataron de obtener sus datos confidenciales como su número de cliente y número de tarjeta con el fin de tener acceso a su dinero.
El audio de casi cinco minutos difundido por la página de Facebook Reportajes Urbanos el pasado 28 de marzo exhibe cómo las dos implicadas fingieron ser empleadas de grupo Santander y notificaron al cuentahabiente de tres supuestos cargos no reconocidos realizados en el estado de Querétaro.
No obstante, el hombre, incrédulo de la supuesta llamada de prevención, hizo caso omiso al requerimiento de datos personales que solicitaban las presuntas criminales: la aplicación oficial del banco abierta, su número de cliente, el nombre en sus plásticos y los 16 dígitos de su tarjeta.
“Yo no tengo, señorita. Está muy fácil el fraude, ni tengo tarjeta de Santander y me hablan pa’ esas jaladas”, respondió el hombre ante el intento de fraude, lo cual molestó a una de las implicadas, insultó al individuo y terminó la llamada.
El Phishing, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), es un fraude en el que sus ejecutores se hacen pasar por una institución bancaria para engañar a sus victimas y hacer que entreguen datos confidenciales de sus tarjetas de crédito o débito, este puede ser vía telefónica o correo electrónico.
Por su parte, Marcos Rosales, Responsable de Prevención de Fraudes en Santander, informó a través de un video difundido por la redes sociales oficiales del banco que quienes realizan fraudes por teléfono y se hacen pasar por Santander usualmente alertan a los clientes de supuestos cargos no reconocidos, por lo que, para supuestamente bloquear las operaciones, exigen entregar información confidencial.
Rosales, de igual forma, reiteró que Santander ni ningún banco pide a sus cuentahabientes brindar información de sus plásticos, por lo que en caso de recibir una llamada, correo electrónico o mensaje de texto requiriéndola, muy probablemente se trate de un intento de fraude.
“Por favor, no entregues esa información. Jamás Santander te va a llamar para pedirte estos datos sensibles”, concluyó Marco Rosales.