México recibió dosis de la vacuna anticovid de AstraZeneca de una planta localizada en Baltimore, EU, que no cumplía con los requisitos de salubridad y personal capacitado. Desde marzo, el gobierno mexicano fue de los primeros en importar vacunas desde el país vecino, con 1.5 millones de AstraZeneca. No obstante, tres semanas después la fábrica fue clausurada.
Propiedad de Emergent Biosolutions Inc., el gobierno norteamericano procedió a cerrarla al no cumplir con las condiciones requeridas en el envasado, según la Administración de Alimentos y Medicinas de EU (FDA). La decisión final ocurrió al encontrarse rastros de las dosis de AstraZeneca en algunas de Johnson & Johnson.
No solo México importó vacunas de Emergent Biosolutions, también el gobierno canadiense lo hizo. En este sentido, su organismo regulatorio Health Canada dijo tener confianza en la seguridad de los biológicos.
Por su parte, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), en México, apeló al rigor con el que se llevan a cabo los procesos de autorización en los centros de envasado.
La empresa encargada de la fábrica expresó que no encontraron evidencias de la contaminación de las vacunas. A diferencia de la FDA, aseguraron que los biológicos cumplen con los requisitos de seguridad y calidad.
Así, dijeron en un documento que «han trabajado con funcionarios de salud de todo el mundo para garantizar que cualquier sustancia de fármaco de vacuna que fabriquemos cumpla con los estrictos requisitos de calidad y seguridad antes de su distribución«.
Reabren tras permiso
Las autoridades de salud de Estados Unidos permitieron que la planta de Emergent Biosolutions pueda reabrir, aunque no se conoce la fecha para su inicio de operaciones. Así lo dieron a conocer este jueves tras la suspensión ordenada por la FDA.
Desde abril fue cerrada, por lo que tiene millones de dosis, sobre todo de J&J detenidas, a la espera de su traslado en Estados Unidos.