La Policía de Washington alertó por una manifestación de seguidores de Donald Trumpº que se llevó a cabo de manera pacífica en las afueras del Capitolio. La coordinación se realizó con la Policía de la sede legislativa que pidió ayuda a otras fuerzas de seguridad como la Guardia Nacional.
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La protesta fue limitada en apoyo a los revoltosos encarcelados después del asalto al edificio legislativo el 6 de enero. El blindaje buscó evitar una repetición del ataque que precedió a la juramentación presidencial.
Entonces, hubo preocupación de las autoridades de EU sobre los intentos de reescribir la historia de violencia y pánico de ese día. Las fuerzas de seguridad sólo previeron una protesta a favor de la libertad de expresión cuando los partidarios de Trump tomaron el Capitolio.
La autorización de la protesta admitió a 700 personas. La mayor probabilidad de violencia se originó en los choques entre manifestantes. La policía también se preparó para la eventualidad de que algunos manifestantes estuviesen armados.
El acto fue organizado por Max Braynard, un ex empleado de la campaña presidencial de Trump, en apoyo a los detenidos por participar en la insurrección del 6 de enero. Hay unas 63 personas presas entre las más de 600 acusadas de participar en la violencia de ese día. El acto intentó minimizar y negar la violencia de enero.
