Inventémonos, reinventémonos, y si no nos gusta lo que somos volvámonos a inventar, al menos un poco mejor. Muchas reglas, normas y acuerdos establecidos que socialmente se han aceptado por generaciones han creado el bastidor con el que definimos roles, actividades, modas, formas de pensamiento e incluso males y enfermedades.
Pero todo, absolutamente todo ha sido producto de la creación humana con su libre poder de elegir. Seamos conscientes de esto, para poder elegir distinto, y cada vez, aunque sea un poco, hacerlo mejor.
Como un solo cuerpo que somos, es ocioso volcarnos en buscar culpables de todo lo que nos acontece que nos rompe el ser, incluyendo la corrosión de nuestra madre naturaleza, porque de alguna manera todos hemos sido responsables; y si usted se permite viajar con su conciencia en el tiempo e ir más allá de sus límites, tal vez pueda darle cabida a la idea de que usted ha sido su propio ancestro, y es usted mismo quien aparece en la línea de su árbol genealógico, renaciendo una y otra vez para intentar hacerlo un poco mejor. Y así en el árbol del que todos formamos parte como familia humana, decisión tras decisión labrando nuestro destino conjunto.
Por eso es tan importante ir despertando cada vez más al poder y al impacto que tiene para el todo cada cosa que decidimos, por pequeña que parezca. No es “el futuro que le dejaremos a nuestros hijos”, o a las nuevas generaciones, es el futuro que –muy seguramente- viviremos nosotros mismos cumpliendo la premisa de oro, de que todo creador siempre busca experimentar su creación. Así que si es consciente de que se encuentra ante la encrucijada de elegir, elija un poco mejor.
A veces no es grato ni placentero, al menos no le dejará gratificación inmediata, pero si eso está a favor de que las cosas sean un poco mejores en función del sustento de la vida, créame, que a través de los tiempos, será mucho mejor para usted y para todos los que le rodean. Apueste siempre por el bien, comenzando por el bien para sí mismo: no se justifique diciendo que como sus padres o sus abuelos lo hicieron así, usted seguirá haciéndolo igual. Siempre busque ser mejor, mejor para dar y ser amor. Si sabe que está en una relación estancada, no tenga miedo de vivir sin ella; si reacciona igual ante ciertas circunstancias; si tiene los mismos prejuicios, las mismas aversiones; si le enseñaron reglas que limiten la expansión de su ser, y quiere volver a inculcarlas en sus hijos o en sus empleados; si tiene los mismos hábitos destructivos; si cree que si nació bajo determinadas condiciones, debe permanecer ahí con una lealtad que aniquila; y sobre todo, si de verdad ama lo que ha sido: elija siempre ser un poco mejor que todo lo que conoce.
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Con tan sólo un poco, será mucho, pero elija siempre consciente. Elija mejor, y elija lo mejor, porque eso lo conducirá en línea directa al propósito más alto para el que usted y todos fuimos diseñados: ser completa y extáticamente feliz.