Opinión

Duarte y la guerra de lodo contra Morena

Cual si se tratara de una comedia de humorismo involuntario, hoy priistas y panistas se lanzan al unísono en contra de Andrés Manuel López Obrador, a quien acusan de haber recibido dinero del manilargo Javier Duarte de Ochoa.

Ya se les olvidaron los fuertes vínculos establecidos entre éste y Acción Nacional. Por ejemplo, durante los dos primeros años de Duarte en la gubernatura de Veracruz, Felipe Calderón era presidente de la República. Y pese a que desde entonces se conocía el criminal despojo al erario prohijado por Duarte, así como sus muy estrechas ligas con cárteles criminales, Calderón no hizo absolutamente nada para frenarlo.

Por el contrario, abundan las fotos en que ambos aparecen felices y contentos, como si tuvieran la conciencia limpia, al tiempo que Veracruz y la República se desangraban con el asesinato de miles de mexicanos, muchos de ellos ciudadanos inocentes cuyo único delito fue nacer en un país dirigido por una clase política canallesca y corrupta.

Múltiples evidencias confirman que Duarte fue uno de los gobernadores consentidos de Calderón y del panismo, como después lo fue de Peña Nieto y el priismo.

Entre las pruebas del amasiato PRI-AN sobresale una copia certificada de un documento oficial de la PGR recientemente hecha pública por el propio López Obrador, en la que se demuestra que Humberto Moreira, el ex gobernador de Coahuila acusado de enriquecimiento ilícito y de operar con recursos de procedencia ilegal, fue exonerado por Felipe Calderón poco antes de concluir la gestión presidencial de éste.

En consecuencia, mueve a carcajada que ahora los priistas acusen a López Obrador de recibir dinero de uno de los peores ladrones del erario en la historia, cuando ellos y los panistas han sido los beneficiarios del facineroso régimen duartista.

Pretenden así ocultar que los tentáculos del gigantesco latrocinio de Duarte y sus secuaces tocan a Los Pinos, pues no debe olvidarse que mensajeros del veracruzano llegaban al aeropuerto de Toluca con maletas atiborradas de millones de pesos durante la campaña de Peña Nieto a la Presidencia.

Duarte es uno de los “políticos jóvenes” que habrían de regenerar al PRI, según palabras textuales del actual jefe del Poder Ejecutivo. Y además de ser su correligionario y amigo, es su cómplice en el asalto a las instituciones republicanas protagonizado por la mafia de cleptómanos que hoy nos desgobiernan.

Como no quieren perder sus archimillonarios negocios ilícitos y sus privilegios, hoy se lanza una maquinación urdida por PRI, PAN y la cúpula gobernante para desprestigiar a Morena y a su máximo dirigente, ante el irrefrenable avance de éste rumbo a las elecciones presidenciales de 2018.

La conspiración comenzó el pasado mes de febrero, cuando el gobernador veracruzano, el panista Miguel Ángel Yunes, acusó a López Obrador de haber recibido dinero de su antecesor. Ante la difamación, éste le propuso un trato: si le comprobaba que había recibido aunque sólo fuera un centavo de Duarte, él se comprometía a renunciar a la actividad política. En caso, contrario, si no lo demostraba, Yunes debería comprometerse a renunciar a la gubernatura.

Desde luego, Miguel Ángel Yunes respondió como corresponde a los calumniadores: no volvió a decir una palabra al respecto.
Con tales antecedentes, ante la aprehensión de Duarte de Ochoa, López Obrador acusó que se trataba de una “maniobra política” para “enlodar” y frenar a

Morena de cara a las elecciones en varios estados y en 2018.

Sabido es que al ex gobernador el gobierno federal lo dejó escapar. Así que resulta por lo menos extravagante su aprehensión. Y por aquello de las “coincidencias”, hoy permite que su familia se vaya a Londres porque, dice la PGR, no se le investiga por delito alguno, a pesar de varios señalamientos en el sentido de que sus suegros fungieron como sus testaferros y de la presumible participación de su esposa en los negocios sucios del ex gobernador.

La campaña de lodo va en serio. Este sábado 22 de abril, la versión en línea de Proceso publicó que el “Comité Ejecutivo Nacional del PAN instruyó al líder estatal del partido (en Veracruz), José de Jesús Mancha Alarcón, a candidatos a las alcaldías municipales y a liderazgos panistas a desprestigiar en todos sus discursos a Morena y su líder nacional, Andrés Manuel López Obrador, vinculándolos con el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa, hoy preso en una cárcel de Guatemala.

“La misiva de instrucción fue rubricada por Damián Zepeda Vidales, secretario general panista, quien pide a la militancia panista que ‘en todos los pronunciamientos públicos’ sobre la detención de Duarte, se le exija aclarar y explicar sus vínculos con López Obrador.

“Ser enfáticos con este punto”.

Se demuestra así, que la detención de Duarte no tiene como objetivo frenar la corrupción, sino frenar a Morena y a López Obrador en los próximos comicios a efectuarse en Coahuila, en el Estado de México y en los presidenciales.

La intriga no fructificará.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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