A partir del 10 de mayo de 1922, cada año y hasta la fecha, las vidas de los mexicanos se ponen en pausa para celebrar a aquellos increíbles seres que son por quienes estamos en este mundo terrenal. No importa qué día caiga, si es al principio, en medio o al final de la semana; a las mamás se les da su lugar para recordarles lo valioso que son y lo mucho que tenemos por agradecerles.
Podríamos creer que es una mera estrategia de la mercadotecnia para ese día gastar más de lo común, engancharnos en las tiendas departamentales para adquirir un costoso regalo o romper el cochinito para comprar aquello que tantas ganas tiene nuestra mamá o la mamá de nuestros hijos, y que además tiene descuento para festejarla.
Sin embargo, el Día de las Madres se remonta a la mitología griega y a Rea conocida como “la madre de los dioses” quien dio origen a la idea de dedicar un día especial a las mamás. Es con el tiempo y por medio de diversos festejos no oficiales, que se convierte en una fecha aprobada por las autoridades para su celebración en EU y tiempo después se expande a otros países y al nuestro. No cabe duda de que en México es una de las celebraciones tradicionales más importantes y que más mexicanos gozamos de disfrutar.
Ser mamá
Ser mamá, tener una mamá y que tus hijos tengan mamá es un gran privilegio. A lo largo de la historia, ha cambiado el rol de ser mamá; sin embargo, aunque pase el tiempo y las sociedades evolucionen, una mamá es un ser con esencia única e irrepetible, con un amor extraordinario para dar y un instinto que sólo ellas conocen y saben manejar.
Cada mamá es diferente, pero a la vez existen características puntuales para reconocer a una mamá exitosa en el mundo actual lleno de mayores exigencias para ellas y su entorno. Si eres mamá o tienes a alguien cercana que sí lo es, toma nota y distingue aquello que haces y no debes dejar de hacer, y aquello que todavía no están en ti, pero puedes empezar a desempeñar:
1. Son y dejan ser. Se reconocen como mujeres integrales capaces de hacer diferentes actividades más allá de las que implican ser mamá, saben que si ellas son libres podrán enseñar a sus hijos la misma libertad para hacer lo que ellos decidan para ser felices y alcanzar sus propias metas.
2. Dan calidad y no cantidad. Saben que una mamá puede no estar tiempo completo con sus hijos y esto no significa que lo esté haciendo mal, sino por el contrario deciden hacerlo de forma consciente o dedicar tiempo de calidad en lugar de cantidad. En sus momentos de convivencia, incitan a sus hijos a compartir espacios que los hagan crecer intelectualmente, conversan con ellos, los retan y los hacen reflexionar.
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3. Su prioridad son ellas, después los demás. Entienden perfectamente que para estar bien con el mundo primero tienen que estar bien con ellas mismas, la antítesis de éstas es la “madre abnegada y sufrida” que todo lo da a los demás y nada a ella mismas. Este tipo de mujer sabe que, como en el avión, primero debe ponerse la mascarilla de oxígeno para después ayudar a ponérsela a sus hijos.
4. Delegan. Atienden lo que ellas deben atender, pero piden ayuda, tienen una red de apoyo familiar y social. Establecen una clara diferencia entre lo urgente y lo importante, pensando siempre en lo que verdaderamente necesitan sus hijos de ellas y no en lo que éstos quieren.
5. Enseñan a sus hijos a ser independientes. Quizá esta sea la mejor cosa de que no estén pegadas a sus hijos todo el tiempo. Muchas madres para justificar que realizan un “extenuante y gran trabajo” inutilizan a sus hijos, haciéndolos dependientes en exceso de ellas.
6. Son flexibles. Se adaptan. Le dicen adiós a la rigidez y aprenden a soltar cualquier expectativa que se aleje de su realidad, esto les da un sentido de realismo que les ayuda mucho a avanzar. En la medida de lo posible tratan de acercar la escuela de los niños al trabajo.
7. Mantienen la calma. Nadie dijo que el cumplir con este rol fuera sencillo, pero en momentos de tensión, respira y cuentan hasta diez. Entienden perfecto que los niños son esponjas y evitan caer en una espiral de estrés que desencadena en ansiedad familiar, creen que el amor todo lo puede y agarran agallas en él para sobrellevar los obstáculos que se les presenten.
8. Se cuidan. Estas mujeres a pesar de la agenda tan extensa y cargada de obligaciones, tratan de descansar lo suficiente, se alimentan bien, hacen algún tipo de ejercicio o actividad física y cuidan su salud visitando al médico frecuentemente conforme lo requieran.
9. Se organizan. Tienen una rutina diaria de actividades desde que se levantan hasta que se acuestan. Tienen todo planeado y bajo control en la medida de lo posible. Se anticipan a lo que harán al día siguiente, son ordenadas con las cosas de sus hijos y obvio con las propias. Suena poco importante pero dejan listos uniformes, mochilas, su propio atuendo y portafolio en la puerta, evitando así perder tiempo y generar estrés mañanero.
10. Respetan sus tiempos. Cada vez la tendencia marca más el que empresas tengan colaboradoras en esquemas part-time o que hagan home office; las mujeres que trabajan bajo estos esquemas entienden perfectamente y se comprometen a respetar el tiempo de trabajo, así estén en su casa no se ocupan de los pendientes de ésta ni de los hijos, tal como si estuvieran trabajando en una oficina.
¡Feliz Día de las Madres!
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