Puedo apostar a que quien lea estas líneas desea que los niños y niñas de México tengan una educación de buena calidad y que no quiere que los profesores tengan plazas heredadas, vendidas o dadas por compromisos políticos. Algo que no todos saben es que no es cierto que a los maestros que no pasan un examen se les despide sin miramiento.
La reforma pone al centro al estudiante, y gracias a ello se multiplicaron por cuatro las escuelas de tiempo completo, las cuales están ahora más equipadas. También se ha invertido más en ciencia y tecnología, se han actualizado los planes y programas de estudio y se han dado muchas más becas.
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Antes de la reforma, las plazas de los maestros o se vendían o se heredaban o se daban por alguna concesión política. Hoy, se realizan concursos de ingreso para encontrar a los más aptos. Además, el tema de la evaluación del desempeño -distinta a la de ingreso – no es como se ha planteado.
No es que se evalúe a los maestros y, si no salen bien, los despidan. Hay cuatro fases:
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- Se evalúa al maestro y si no pasa, se le capacita y se le programa una nueva evaluación
- El maestro presenta su segunda evaluación y, en caso de que no la pase, se le capacita y se le autoriza una tercera evaluación
- El maestro presenta la tercera evaluación y, si no la pasa
- Se le da la consideración para poder ocupar una plaza administrativa
Yo pensaría: ¿a quién de nosotros, en cualquier empleo, nos dan tres oportunidades de mejorar y poder capacitarnos? Incluso, no conozco alumnos que puedan reprobar tres veces sin consecuencias. Sin duda, los procesos se pueden y deben perfeccionar, pero no podemos permitir que se eliminen. Evaluar debe de servir para mejorar.
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Con esto queda claro que la reforma educativa no solo va más allá de la evaluación, sino que apoya a los maestros con formación continua y les brinda un mecanismo claro y transparente para ingresar y ascender por la vía del mérito, para que no tengan que tener miedo o depender políticamente del sindicato y otros grupos políticos.
Un país que invierte en la educación y un país que le apuesta a poner al centro a los estudiantes, es un país que va a salir adelante, con niños que van a salir adelante y con familias que van a salir adelante de una mejor manera.